A ver, repasemos. A Cristina Tavío no le gusta el Plan General de Bermúdez porque es “el mismo que el de Zerolo”, que resultó aprobado con los votos favorables del PP. Pero, ¿acaso los concejales del PP se indisciplinaron contra el poder cristino y votaron a favor de un planeamiento que a la presidenta insular no gustaba entonces y no gusta ahora en su nueva redacción? Pues no, porque hay constancia documental, obtenida por nuestro compañero Noé Ramón para La Opinión de Tenerife, de que el secretario general insular, Manuel Domínguez, firmó una carta ordenando a los concejales en Santa Cruz que votaran favorablemente el plan de Zerolo en 2010. La imposición de Domínguez, en ejecución de una orden directa de Cristina Tavío, sentó muy mal entre los concejales, algunos de los cuales llegaron a afirmar que acatarían las órdenes pero que votarían con “la nariz tapada”, como fue el caso del defenestrado Ángel Llanos. Otros que no eran ni son concejales, como Manuel Fernández, secretario general regional, reaccionaron de manera mucho más expeditiva: cogiéndose un cabreo de agárrate y no te menees. A Fernández y a las decenas de consejos de administración de los que forma parte sigue sin hacerle puñetera gracia que la señora Tavío y sus mariachis le anden jeringando sus operaciones urbanísticas en la capital tinerfeña.