Pero volvamos a los “intereses inconfesables” que denuncia CCOO en su comunicado. Dice su portavoz que existe una conjura “desde ATI” para cargarse el ITC porque constituye una traba para los concursos y proyectos financiados con fondos comunitarios que amenazan con venir de forma masiva los próximos dos años. Pretende el Gobierno, dice el sindicato, que toda esa financiación vaya en exclusiva a la Agencia Canaria de Investigación y Sociedad de la Información, y que por eso durante todos estos años, desde 2008, se ha dedicado a “poner trabas artificiales” y a hacer “artilugios contables” para colocar a esa S.A. en causa de disolución. Hablan incluso de administración desleal, acompañada de drásticas reducciones presupuestarias y de descapitalización patrimonial, como la venta por un euro de las instalaciones en La Palma al Cabildo de aquella isla o la cesión sin cobrar renta de las oficinas del ITC en la calle Cebrián, de Las Palmas de Gran Canaria, a la tan denostada Agencia Canaria de Investigación. Y acabarán en los juzgados, anuncian las fuentes sindicales. Desde la consejería lo dan por hecho, pero en los juzgados de lo Social, porque aseguran que ya se han puesto en marcha los trámites para el expediente de regulación de empleo que puede rondar el despido de 80 trabajadores alegando que no se puede mantener una empresa pública en pérdidas por imposición de la Ley de Estabilidad Presupuestaria. Así las cosas, las partes en conflicto ponen sobre la mesa la dureza que ha presidido las negociaciones rotas esta semana. Los trabajadores aseguran haber grabado en audio la última reunión y de ella resaltan el mal talante del gerente de la mercantil, Antonio López Gulías, el segundo que ocupa ese cargo en esta legislatura por cese accidentado (por un chivatazo sindical por mal uso de fondos públicos) de Ricardo Guerrero. Gulías conoce perfectamente las debilidades y fortalezas de la empresa porque antes de cura fue fraile, porque antes de gerente fue el director de Innovación. Sus datos son incontestables para la consejería y muy discutibles para los trabajadores. La primera, rechaza por irreales los números que oferta el comité de huelga para evitar los planes oficiales, y los trabajadores se niegan en redondo a que 105 de ellos sean traspasados a la Universidad. El gerente de esta institución fue invitado a marcharse de la última reunión de las negociaciones, este martes, porque los trabajadores no querían escuchar en qué iba a consistir ese nuevo destino en la Fundación Parque Tecnológico. Industria duda ahora que pueda reconducirse esa remota posibilidad porque entiende que a ese gerente universitario ya le deben quedar muy pocas ganas de asumir una plantilla que ni siquiera le dejó expresarse.