Tienen que haberse puesto muy duras las cosas como para que no haya habido acuerdo con Emlio Mayoral, un político de acreditada capacidad para el diálogo. Pero en el despido del gerente de Sestiba, José Olivares, recientemente sustituido por Daniel Báez, las posturas están tan radicalizadas que el afectado tendrá que acudir al juzgado de lo Social para que todo se aclare. La Autoridad Portuaria de Las Palmas, titular del 51% de la sociedad de estiba y desestiba en el Puerto de La Luz, ha decidido ir a un despido disciplinario, con forma de improcedente, al no estar de acuerdo con las cantidades que solicitaba José Olivares. La última oferta del ex gerente ha sido llevarse para su casa 400.000 euros, lo que dista mucho del dinero ofertado por Mayoral. Y lo que choca de bruces con la nueva filosofía de racionalidad que ha entrado en esa sociedad tras la llegada del nuevo presidente portuario.