No han sido estas que les hemos comentado hasta el momento las únicas mentiras energéticas lanzadas por Soria en el breve espacio de tiempo transcurrido entre el Consejo de Ministros del viernes y la noche de este domingo. En Fuerteventura desarrolló el ministro una intensa agenda política que ya había comenzado la noche del viernes en Las Palmas de Gran Canaria con la celebración de un fugaz comité ejecutivo regional del PP, el primero que presidía como ministro del Reino. Por cierto, llamó poderosamente la atención la ausencia en ese conclave del PP de Cristina Tavío y de su secretario general en Tenerife, Manuel Domínguez. Pero suponemos que tendrían razones de mucho peso para fallarles así al jefe máximo. A Tavío la localizamos al día siguiente en la interparlamentaria que el PP canario celebró en uno de los hoteles más caros de las islas, el Bahía Real de Corralejo, muy conocido por el ministro y por su presidenta insular local, Águeda Montelongo, por ser uno de los que cobró dinero público por la estancia de personajes peperos de ringorrango-rango. ¿Ven?, ya nos liamos porque, en realidad, íbamos a contarles mentiras, las que larga con absoluta solemnidad el ministro Soria. En Fuerteventura dijo a su presidente del Cabildo, Mario Cabrera, que no se preocupara por los campos eólicos del último concurso de asignación de potencia porque ésos quedan fuera del real decreto publicado este sábado en el BOE. Cabrera tuvo un momento de alivio, rápidamente devuelto a la indignación cuando se enteró por sus colaboradores de que el decreto es para toda España, que los proyectos majoreros no están inscritos en el correspondiente registro previo y que, salvo que Soria se saque de la manga un plan específico para Canarias, aquí no hay nada que rascar.