Nuevo gesto democrático y sandunguero del alcalde de Santa Brígida en funciones, Lucas Bravo de Laguna, muy ensimismado en sus trabajos urbanísticos y deportivos del Cabildo de Gran Canaria, donde gobierna su señor padre con apariencia de demócrata y estilo de dictadorzuelo. Después de ruborizar a su equipo de gobierno con su decisión franquista de multar a los miembros del 11-M por supuestamente empapelar la villa buscando al regidor municipal, Lucas Bravo de Laguna nos ha salido con nuevas decisiones que dejan a Mariano Rajoy a la altura del más principiante de los becarios. Quiere el niño que los trabajadores cobren menos, que los animales domésticos acaben muertos en las cunetas del municipio (ha retirado toda ayuda a la perrera municipal) pero que, sobre todo, que se mantengan las emisiones de una radio privada que explota el Ayuntamiento. Para esos menesteres no existe la crisis económica y se mantienen para la emisora del régimen 110.000 euros de inversión publicitaria este año que ahora comienza.