Pese a los anuncios apocalípticos lanzados en el fragor de la moción de censura del PSOE a CC en el Cabildo palmero, no habrá expulsiones de los concejales del grupo socialista en Santa Cruz de La Palma. Les ha salvado que su indisciplina fue anterior al anatema lanzado contra los acuerdos con el PP, y que el expediente que se les abrió en su día se saldó con una reprimenda gracias al pacto sellado acto seguido en el Cabildo, roto el mes pasado, que de alguna manera calmaba los cabreos nacionalistas. Ningún tribunal avalaría ahora mismo una expulsión por unos hechos que no son de esta semana sino que tienen su origen en los pactos suscritos en 2011. Luego están las razones puramente políticas: aquel expediente se extendió a otros dirigentes palmeros, como Rita Díaz o Manuel Marcos Pérez, ambos dos llamados ahora a recomponer desde la gestora insular lo que se pueda recomponer tras la expulsión ?ésta ya en serio- de Anselmo Pestana y su equipo en la primera Corporación insular. Díaz y Pérez capitanearon en 2011 la asonada contra la imposición de la Ejecutiva Regional de aplicar donde se pudiera los acuerdos con CC, y ahora son los que capitanean todo lo contrario: buscar remiendos y acongojar a los que sostienen y no enmiendan sus pactos con los populares. Y una razón más, y de mucho peso: el PSOE no está dispuesto a dar motivos a los que esperan atorrados una purga muy profunda en la agrupación palmera. Las expulsiones de los consejeros del Cabildo no han ocasionado muchos destrozos, aseguran, porque ni una sola baja de las anunciadas se ha tramitado. Más bien al contrario, se registran altas desde La Palma. Pero nuevas expulsiones podrían generar un sentimiento cohesionador que estropearía el difícil papel que tienen encomendado Manolo Marcos y su gestora insular. Pero nadie da un euro por el perdón a Anselmo Pestana y sus rebeldes. No sólo se mantienen las acciones disciplinarias sino que en Ferraz hay determinación plena a llegar hasta el final con esas expulsiones. “Mintió a Rubalcaba”, es decir, al secretario general federal, decía ayer un vocero autorizado, y eso en una organización así suele pagarse caro. Sí, Rubalcaba asegura que en su visita a Canarias en septiembre se entrevistó con Pestana, que le juró por lo más sagrado que no habría censura en el Cabildo palmero.