Dice Mari Carmen Hernández Bento, leal escudera de José Manuel Soria, que todas esas alegaciones del Gobierno canario son auténticas zarandajas que sólo se refieren a las formas y que no entran en el fondo de la cuestión. Ya lo hará el Gobierno, dicen, en el momento oportuno, que no será antes del día 25 seguramente porque el expediente tuvo entrada en Medio Ambiente el 20 de agosto, y será a partir de esa fecha cuando se computen los 45 días graciosamente otorgados por la autoridad competente. Pero ya que la señora delegada del Gobierno, también acérrima defensora de los intereses de Repsol, considera que las formas no son lo importante en un expediente administrativo le vamos a acercar un asunto reciente que quizás le sirva para entender lo equivocada que está. El aval que el Gobierno de Canarias concedió a la compañía Vanyera3 por importe de 5,2 millones de euros más 1 de intereses bancarios se perdió por una tontería, fíjate tú: porque el consejero de Economía y Hacienda, su admirado José Manuel Soria, se olvidó de inscribir en el Registro Mercantil la garantía hipotecaria aportada por la entidad avalada para afianzar la operación. Sí, una cuestión de formas, una estúpida cuestión de formas que nos va a costar a los canarios una fortuna. Porque a día de hoy nadie en el Gobierno ha informado del estado en que se encuentra el expediente de responsabilidades personales abierto para determinar quiénes son los autores de esa negligencia tan onerosa.