Pero dijo más cosas el vocero soriano en su intento por descalificar un informe del comité científico que vela en España por la preservación y el mantenimiento de las reservas de la biosfera que con tanto empeño buscan conseguir las instituciones de cada comunidad autónoma. Dijo, por ejemplo, que el dictamen científico “ni se debatió ni se votó”. Pues va a ser que no: el informe venía en el punto tercero del orden del día, referido a “Biosfera. Informes varios”, y fue leído y explicado por la presidenta del comité científico del Mab España, la tinerfeña Marisa Tejedor. Cierto que no se debatió ni se votó, seguramente porque un informe científico no es una ponencia política que admite enmiendas parciales o a la totalidad. Y no se vota, nunca se vota un informe científico. Cualquiera que haya preguntado a alguna de las más de quince personas que fueron testigos del momento sabe que no abrieron la boca ni los representantes de los ministerios de Economía, Turismo y Medio Ambiente y que sólo intervino la representante de Seo Birdlife exclusivamente para preguntar por el recorrido que, a partir de ese momento, iba a tener el estudio. Por parte de Marisa Tejedor se le informó que seguiría los trámites que siguen todos los informes que, a los efectos de advertir de posibles riesgos a reservas de la Biosfera, son emitidos por el comité científico: será enviado a la central de la Unesco en París, donde habitualmente toman nota de su contenido y actúan en consecuencia. Porque se trata de un informe del comité científico del programa MaB España, que tiene la obligación de pronunciarse sobre incidencias que puedan producirse en los espacios protegidos por este organismo internacional, que en el caso de consecuencias que devalúen las condiciones que dieron lugar a su declaración, puede optar por retirarla. Por lo tanto, sí es un informe de la Unesco en tanto se ha elaborado en el seno de esa organización por científicos que forman parte de la misma.