Por los datos oficiales que pudimos contrastar este lunes, el Ayuntamiento canario más perjudicado por la sentencia del Tribunal Constitucional que se carga los concejales no electos es el de Telde. El pacto tripartito aún vigente allí (PP, CC y Ciuca) había colocado hasta tres concejales así, uno por socio, lo que convierte en estropicio la resolución judicial. Caen Efraín Gómez, de Coalición Canaria, que se había mostrado un eficaz responsable de Ocio y Juventud; Minerva Santana, de Ciuca, que se ocupaba de Asuntos Sociales, y Darío López, responsable de Economía y Hacienda, y lo que es más destacable, hermano del concejal de Urbanismo Fran López. Quedamos a la espera de las maniobras de recomposición que efectúe el pacto, partiendo de la base de que cualquier cosa es posible en Telde. En la isla de Tenerife, por el contrario, hemos encontrado inicialmente pocos cargos municipales e insulares perjudicados por esta sentencia. Un primer barrido informal ha hecho aflorar sólo un concejal no electo, el de Fiestas de La Laguna, Jonathan Domínguez. En el Cabildo tinerfeño hay unos cuantos directores generales, pero no consejeros no electos o su equivalente director de gobierno, salvo error u omisión. Nada en Santa Cruz de Tenerife, donde sólo ha aflorado el caso ya vencido de Manolín Fernández, hijo de Manuel Fernández, que colocó al primero como concejal no electo en el anterior mandato, el último de Miguel Zerolo, cuando el PP retomó su pacto con Coalición Canaria. Manolín escapó loco, como su padre, que pasó de estar imputado por un exceso de asesoramiento a Anfi del Mar, a un exceso propagandístico a Repsol que ya veremos en qué acaba.