Las acusaciones contra la alcaldesa de Telde, contra el interventor del Ayuntamiento y contra algunos de los funcionarios más señeros de la Corporación, además de la presencia siempre fantasmagórica en todas las tramas de AFV-Ciuca, unido todo ello a la crisis de autoridad y de gestión que se agrava por momentos en ese consistorio, conducen a que éste sea el momento cumbre para que Coalición Canaria rompa de una vez el pacto municipal de gobierno. Ya no vale el atávico veto de los nacionalistas teldenses de CC a sus enemigos íntimos de Nueva Canarias, salvo que sus militantes y dirigentes prefieran apoyar a una alcaldesa y a un equipo con estas graves acusaciones antes que aceptar el ofrecimiento que les llega insistentemente desde los partidos de la oposición, NC, el PSOE y Más por Telde. Porque por si fuera poco lo que se veía venir (y ha llegado) con Faycan, dentro del equipo de Gobierno del PP ya se han encendido las alarmas por el comportamiento sospechoso de un concejal, Francisco López, y el que enseguida se convirtió en su mano derecha, el omnipresente José Luis Mena, ambos apartados del urbanismo teldense antes de que fuera peor. Nueva Canarias ha ofrecido la cabeza de Paco Santiago, lo ha apartado de facto de la primera línea potenciando a la que será con toda probabilidad la próxima candidata, Carmen Hernández, con un expediente político impecable. Desde el PSOE, José Alcaraz, no ha hecho otra cosa desde el principio del mandato que recordar que su partido mantiene como presidente de Canarias a Paulino Rivero merced a un pacto con CC. Y los continuos desplantes del PP desde el Cabildo y desde otros municipios de la isla contra la organización que dirige en Gran Canaria Fernando Bañolas, hace tiempo que reclaman una acción de respuesta. Es el momento. Dentro de un mes será demasiado tarde porque el mandato habrá sobrepasado peligrosamente su ecuador y los teldenses ya no entenderán nada.