No aprenden ni a palos. O aprenden demasiado rápido, nunca se sabe. Los tres partidos mayoritarios en el Parlamento de Canarias consumaron este miércoles un acto para el que no había necesidad ninguna, ningunita. En Fuerteventura todavía resuenan los ecos de la reciente polémica por unas maniobras militares en la isla de Lobos, y persiste la que tiene como epicentro unas antenas que Defensa quiere colocar en una isla especialmente sensible con el militarismo. O el antimilitarismo, si lo consideran más correcto. Sin que sea preciso decantarse por una u otra opción, ambas respetables, sí parece bastante inoportuno que el Parlamento de Canarias regale al buque de acción marítima de la Armada Meteoro una bandera de combate en un acto protocolario con ribetes absurdos y anacrónicos que bien se podría haber celebrado dentro de seis meses. O directamente suprimirse del protocolo cívico-militar, que no están los tiempos para protocolos ociosos. Actuó de madrina, negro impecable, peineta y mantilla, la secretaria segunda de la Cámara, Águeda Montelongo, del Partido Popular, con la presencia destacada del presidente del Parlamento, Antonio Castro Feliciano, del mismo partido que protesta por las maniobras y las antenas en Fuerteventura. Junto a ellos, también cobrando las correspondientes dietas y desplazados expresamente para la ocasión en el vuelo de las 10.00, los vicepresidentes del Parlamento, Julio Cruz, del PSOE, socio de Coalición Canaria en medio archipiélago, y Manuel Fernández, del PP. La broma, si damos por descontado que la mantilla, el vestido y la peineta se los pagó de su bolsillo la señora Montelongo, ha salido a los canarios un dinerito: la bandera de combate, los billetes de avión de Tenerife y Fuerteventura a Gran Canaria; limusinas de alquiler esperando a todos ellos en el aeropuerto y en el Arsenal; dietas a razón de entre 150 y 200 euros por cabeza, dependiendo de la isla de procedencia? Y ponga usted que no se hayan quedado a comer en algún restaurante. O a pasar noche en Gran Canaria, porque ninguno de los comisionados para representar a la Cámara en este acto es residente en esa isla. Vaya para todos ellos nuestra más elocuente felicitación por el acierto.