El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Algunos párrafos para los descreídos
Dado que ha crecido en apariencia el número de canarios contagiados por las ínfulas petrolíferas del ministro Soria y su corte de mariachis ?en sentido creciente a medida que se pregunta de oriente a occidente-, nos permitimos resaltar algunos párrafos del informe de la Unesco que desmienten algunos de los ditirambos que hemos tenido que escuchar estos últimos meses. Lo recomendable, sin embargo, es que si está usted interesado, se lo lea enterito, que es ameno y digerible. Y si no, ahí va nuestro particular resumen:
- ¿Las corrientes se llevarían unos vertidos lejos de Canarias? Los más enterados del lugar, insolidarios por demás, sostienen que no pasaría nada si se produjeran vertidos de hidrocarburos en los potenciales pozos de Repsol. Al respecto, el informe del comité MaB dice que “las irregularidades de la costa y de la plataforma continental africana originan turbulencia en estas corrientes, produciendo estructuras complejas a modo de lenguas de agua o filamentos, que pueden llegar a Fuerteventura o Lanzarote, incluso según algunos autores hasta Gran Canaria”.
- Pero hay más: “Basándose en estudios previos sobre la dinámica de los filamentos y remolinos a escala mesoescalar [científicos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria] afirman casi con certeza que el vertido se desplazaría hacia la zona sur de Fuerteventura y que el sistema de remolinos entre Canarias y la costa africana favorecería que la mancha permaneciera en estas aguas durante bastante tiempo. Aseguran que se verían afectadas todas las islas, conclusión a la que llegan además por la liberación de boyas en diferentes puntos de la zona. Señalan que el movimiento que sufriría la marea negra debido al viento, según la época lo podría desplazar más hacia las costas de Fuerteventura o Lanzarote, o de forma paralela a la costa africana hasta más o menos la altura del cabo Bojador”.
- ¿Sólo los vertidos serían dañinos? Pues no, los científicos que han elaborado este informe insisten en varios de sus pasajes en que también las catas o prospecciones provocan daños. “La perforación en sí puede tener efectos sobre los ecosistemas de los fondos marinos que podrían ocasionar también contaminaciones en zonas alejadas del lugar donde se sitúa la infraestructura”. Y más: “destrucción de comunidades marinas situadas en la zona de instalación de las infraestructuras por una acción mecánica, y por otra al movimiento de los restos de la perforación que afectan no sólo a esas comunidades sino también a otras situadas incluso a kilómetros de distancia”.
- Y llegadas las perforaciones para la explotación: “Al inicio de las perforaciones se utilizan lodos de compactación para ejercer presión sobre la bolsa de hidrocarburos y evitar explosiones. Estos lodos contienen cantidades variables de sulfato de bario y otros compuestos químicos y polímeros. Los residuos de la perforación vertidos al mar junto a los restos de lodos contaminan los fondos con metales pesados, mercurio, cromo, cadmio, plomo, etcétera.
- ¿Quién estudió los efectos de un vertido de hidrocarburos? El grupo de investigación Bioges de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (Haroun, 2012) ha analizado el efecto que los supuestos vertidos de hidrocarburos podrían tener sobre distintos grupos de especies marinas. La Unidad de Ciencias Marinas de la Universidad de La Laguna ha centrado gran parte de sus trabajos de investigación en el estudio de los cetáceos y peces.
- Sus conclusiones son alarmantes: Corales, crustáceos, moluscos, aves, mamíferos? se verían afectados, algunos desde el comienzo de los trabajos de prospecciones, y otros gravemente si se produjeran vertidos con efectos letales directos y otros indirectos que tardarían décadas en subsanarse. Convendría comprobar, en este sentido, las consecuencias que están teniendo y tendrán los vertidos del accidente del pozo Macondo, en el Golfo de México. Los efectos perdurarán décadas en 148 kilómetros cuadrados.
- Consecuencias directa en la vida de las personas: además de acabar con la industria turística o como mínimo provocarle daños de incalculables consecuencias, el informe MaB resalta también los efectos sobre el abastecimiento de agua potable, al depender Lanzarote y Fuerteventura directamente de sus desaladoras de agua de mar.
Y una conclusión que el señor ministro de Turismo y sus acólitos parecen haber olvidado. Lo dice el informe de la Unesco: “Las islas de Fuerteventura y Lanzarote, e igualmente las restantes del archipiélago, han apostado por un modelo de desarrollo sostenible, potenciando la conservación del medio ambiente, su uso sostenible, la incorporación progresiva de energías renovables, etcétera. Su economía está basada en gran medida en el sector turístico, orientándolo hacia un turismo responsable. Accidentales derrames de hidrocarburos podrían afectar, como se ha visto, a la biodiversidad de estas islas, a su patrimonio natural, y en definitiva a este sector no sólo al de intereses medioambientales sino también al de sol y playa por las posibles contaminaciones de las playas”. Fin de la cita.
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