Sobre este blog

El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora

Un petrolero, un pesquero, un dique y un contradique

El antebrazo derecho de Javier Sánchez-Simón, con el emblema de la Autoridad Portuaria tatuado en su piel.

Carlos Sosa

De repente, el inmovilismo. Si con el pesquero ruso Oleg Naydenov la consigna fue sacarlo del puerto y pasearlo por Fuerteventura y Gran Canaria hasta que se hundió (y ahí sigue mes y pico después echando fuel al mar), la decisión del Ministerio de Fomento con el petrolero Lady M, cargado hasta las trancas con 94.000 toneladas de crudo, es que no haya decisiones. El petrolero está sin gobierno, no tiene motores porque se les incendiaron, y trataba de dirigirse al Puerto de La Luz para una reparación. Pero Fomento no quiere follones y ha decidido denegarle los permisos, arriesgándose a que por cualquier circunstancia sobrevenida pueda haber un accidente y se arme una buena. Los expertos aseguran que el buque no puede atracar en La Luz para reparar sin antes descargar esas 90.000 toneladas letales en la refinería de Santa Cruz de Tenerife, pero nadie toma decisiones de ningún tipo. Mientras tanto, esa bomba a la deriva sigue ahí. Otra bomba iba a estallar este viernes en el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, pero Puertos del Estado la desactivó muy oportunamente enviando deprisa y corriendo, este mismo jueves, los informes sobre el quebranto económico delas obras del Muelle de La Esfinge y que iban a ser reiterados por el órgano ejecutivo del organismo canario. Puertos del Estado los retenía en Madrid a la espera, quizás, de que se dictara la sentencia de la jurisdicción laboral que habrá de dilucidar si la sanción disciplinaria impuesta al anterior director del Puerto, José Daniel López, fue o no ajustada a Derecho. Y claro, unos informes demoledores en los que se dice claramente que sus negligencias (y las de otros dos) van a costar a las arcas públicas europeas y españolas y canarias la friolera de 11 millones de euros en nada habría contribuido a los intereses del demandante. Tampoco parecía aconsejable para Puertos del Estado enviar ese informe a Canarias antes de las elecciones del domingo porque, a poco que se hurgue un poco se puede concluir que la gestión del PP al frente de los puertos de las islas ha sido clamorosamente infernal.

Se anima el cotarro judicial

Sí, tampoco ha sido buena la gestión portuaria del PP en Canarias. Bastaría con repasar la gestión de José Manuel Arnaiz (puesto por José Manuel Soria y José Carlos Mauricio) y por la de Javier Sánchez-Simón, cuyo antebrazo desnudo reproducimos hoy para que todos nuestros lectores comprueben el grado de implicación y de intimidad que el hoy recuperado inspector fiscal alcanzó con la Autoridad Portuaria de Las Palmas durante su mandato entre 2007 y 2011. ¿Y Arnaiz? En una clara componenda con José Daniel López y con el mentado Sánchez-Simón, llegó a declarar en el juicio laboral que los fondos europeos ni se pierden ni se destruyen, sencillamente se transforman, como la energía. Fue Arnaiz el encargado de llevar al actual presidente portuario, Luis Ibarra, a través de un tercero, el recadito de José Daniel López: si lo despiden con 45 días de indemnización por año trabajado, con derecho a paro y salarios de tramitación, retiraría la demanda laboral. No hubo respuesta a ese ofrecimiento, más bien estupefacción, sobre todo al comprobar que en el recado no se incluía el ruego de que no se interpusieran acciones penales contra él con la exigencia de responsabilidades patrimoniales personales, como parece que va a exigir la Autoridad Portuaria una vez se persone en la causa penal que ya ha abierto el titular de Instrucción 7 de Las Palmas de Gran Canaria, Francisco Javier García Sotoca, tras la denuncia de un particular hasta los cachivaches del inmovilismo portuario. Y van dos inmovilismos en lo que llevamos de artículo. López, Sánchez-Simón y Miguel Ángel Larraz se acercan peligrosamente a esa condición indeseable de imputados, porque a esa denuncia –que aún no se ha admitido a trámite- se acumularán con casi total probabilidad las diligencias prejudiciales abiertas por el fiscal de Las Palmas Guillermo García-Panasco. Mientras llega esa causa penal y se dicta la sentencia de la causa laboral, a Luis Ibarra le ha caído una demanda civil de protección del honor interpuesta por el muy mentado Javier Sánchez-Simón, que curiosamente ha utilizado como abogado al mismo que utiliza la empresa Hidramar para sus acciones civiles y penales contra la Autoridad Portuaria en sus pleitos por concesiones frustradas. La demanda, que tiene menos recorrido que el nuevo bólido de Fernando Alonso, responde a la filtración de un informe de la Autoridad Portuaria en el que se relatan los desaguisados en las obras de La Esfinge.

Empezó el baile

Ya habrán leído las crónicas de nuestros compañeros sobre los primeros pasos, o aparentes primeros pasos, de las negociaciones para un pacto de gobierno regional en Canarias. El primer mojón puesto por los negociadores de Coalición Canaria y el PSOE ha sido el de no invitar al baile al Partido Popular, un anuncio muy sandunguero que queda precioso en una declaración solemne pero que no hay por qué descartar drásticamente. Al menos todavía. Porque las primeras escaramuzas municipales invitan a pensar que lo ocurrido en Tuineje (Coalición deja fuera del gobierno municipal al PSOE), puede perfectamente ocurrir en Breña Alta (el PSOE deja fuera del gobierno municipal a CC y pacta con el PP), con lo que se aplicaría el principio matemático universal de chinche por chinche. Paco Spínola, como estaba pactado, puso el grito en el cielo por lo de Tuineje, proclamando que era un incumplimiento “grave”, y Barragán, con cara grave y circunspecta, aseguró al mundo que la operación no fue autorizada por la superioridad. Son, queridísimos, los primeros movimientos de despiste para entretener al personal y ganar tiempo en lo que se recomponen los cuerpos y las mentes y se da tiempo para la reflexión y el recogimiento a los que 24 horas después de las urnas ya se estaban echando al monte. Nada parece indicar en estos momentos que vaya a frustrarse el pacto entre nacionalistas y socialistas, por mucho que el PP ofrezca su desinteresado apoyo (sólo a cambio de que le den La Palma) para sumar 33 con CC y con la Asamblea Socialista Gomera del irreductible Casimiro Curbelo.

Soria, en remojo

Nadie recuerda cosa igual. Que un gobierno autonómico pida la cabeza de un ministro del mismo color político no es nada habitual, salvo que nos remontemos a los tiempos de la UCD, que no aparece en los buscadores. A José Manuel Soria le ha salido respondona la Junta de Castilla y León, lo que ha colocado su nombre en las quinielas de ministros a “remodelar”, es decir, a mandar a casita sin agradecerle los servicios prestados. A Castilla y León se le terminó de llenar la cachimba con la respuesta altanera -¡mira tú qué novedad!- que el señor ministro tuvo a las críticas del presidente de la comunidad, Juan Vicente Herrera. Quiso, como es habitual en él, saber más que los populares castellano-leoneses y discutirles en qué provincias hay carbón y cuáles fueron los resultados electorales en cada una de ellas. Como cuando le discutió a Paulino Rivero que el meridiano de Greenwich pasaba por El Hierro, como su propio nombre indica. La respuesta desde la Junta ha sido brutal, y no solamente porque se pida su dimisión o su cese, sino porque incide en el constante comportamiento “y soberbio y arrogante” marca de la casa de José Manuel Soria. Cualquiera que pregunte por él en El Bierzo, en Baleares, en Canarias… en los sectores de las renovables, que han planteado una acción administrativa y penal de muchos millones de euros… enseguida saca a relucir el carácter altanero y echado p’alante el ministro canario. Y todo ello, claro, sin que en su larga trayectoria política, iniciada en 1995 en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, pueda destacarse un logro positivo con el que inscribirlo en la historia. Salvo la bandera de 360.000 euros, el césped teñido o los siete escalones que se hizo construir en el Cabildo de Gran Canaria para colocarse a esa altura por encima de los demás mortales.

Se responsabiliza de la derrota

No hay fecha fijada para la crisis que Mariano Rajoy se verá obligado a hacer en el Gobierno, aunque no hay que descartar nada, ni siquiera que este viernes pueda producirse algún movimiento que alivie las tensiones internas que vive el Partido Popular tras su derrota del domingo. En el bombo está el número de Soria, que hasta ahora ha escapado gracias a la buena sintonía que mantiene con Mariano Rajoy y otros elementos y elementas de la cúpula popular. Pero si a su mala imagen en algunas regiones, a su prepotencia y soberbia se unen los resultados cosechados en estas elecciones en Canarias, las posibilidades de defenestración parecen de manual. Es difícil predecir que de esto se vaya a hablar este viernes en el Comité Ejecutivo Regional del PP, sobre todo porque la norma indica que cuando se abre el punto de “autocrítica” todos los presentes bajan la cabeza como perritos pachones esperando que no se les note las ganas de decirle cuatro cosas a quien ha destrozado las expectativas electorales del partido en Canarias. Su estrella ha menguado. Su empeño en buscar petróleo en Canarias; su excesiva connivencia con Repsol; el maltrato premeditado y alevoso para con el Archipiélago y sus instituciones; la funesta elección de candidatos y candidatas a las principales plazas, unido todo ello a la deriva nacional provocada por los recortes, los atropellos y la corrupción, son en gran medida las causas que nadie va a analizar este viernes, salvo que ocurra un milagro. Tampoco descarten que él de un paso decisivo porque que esta semana se haya atribuido personalmente los malos resultados en Canarias también constituye toda una novedad y, quién sabe, hasta un aviso a navegantes.

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