No puede Soria estarse callado ni por prudencia institucional. De eso saben todos los ratones coloraos del Río La Plata y empiezan a conocer bien, también, sus compañeros de la Villa y Corte. El PP va a celebrar su fiesta, con Ana Pastor de ministra de jornada, con su fijación por bandera: la de no dejar títere con cabeza a todo lo que huela a Coalición Canaria. Lo ha dejado clarito Soria este viernes, en su doble página bajo palio en La Provincia/Diario de Las Palmas, donde lo único sustancioso que se extrae del pensamiento de todo un ministro de Industria, Energía y Turismo del Reino de España es que se la tiene jurada hasta el fin de los días (21 de diciembre de 2012, ¿no?) a Paulino Rivero. Peor que Don José, por lo visto y leído. Doña Ana, que ha estado este viernes tratando con las fuerzas vivas portuarias de Gran Canaria -y por tanto con el propio Gobierno que Rivero preside-, alucinará con tremendo chute de paulinitis que se inyecta en vena José Manuel, empeñado en convertir su victoria rotunda de 2015 en la muerte política de Rivero. Aunque el martes próximo, a 48 horas de los voladores y picos calientes de Santa Cruz, Mariano Rajoy reciba en La Moncloa al presidente del Gobierno que se quiere felpar su ministro de la lotería...