Al César lo que es del César, y a don Pepito el honor de cumplir con su obligación deontológica de rectificar una información incorrecta publicada por culpa de su numantina defensa de la decencia política de Antonio Alarcó. Como les contábamos aquí mismo ayer, el vicepresidente del Cabildo de Tenerife, Aurelio Abreu, reclamó de la dirección del periódico El Día una rectificación inmediata de la información falsa acerca de la auditoría de gestión del Ayuntamiento de Buenavista del Norte publicada por el diario en airada respuesta a la auditoría que ha dejado con los glúteos in the air la que el senador pepero Antonio Alarcó ha desarrollado en una empresa pública y en una fundación adscritas al Cabildo de Tenerife. Lejos de enrocarse como ha hecho con las noticias falsas de los papeles de México, a los que sigue aludiendo con provocativa frecuencia en busca de una resolución judicial más expeditiva, don Pepito optó por una prudente retirada y una muy profesional rectificación. Ya saben, las irregularidades detectadas por la Audiencia de Cuentas de Canarias en Buenavista del Norte fueron archivadas por el Tribunal de Cuentas del Estado. La caverna de Alarcó tendrá que buscar otra cosa para mortificar.