Y hablando de canarios en paro. Rivero continúa con su mantra acerca de la necesidad de dar prioridad a los canarios en las contrataciones, algo que fue duramente criticado por el PSOE cuando ocupaba la bancada de la oposición y era el PP el que compartía las mieles con Coalición Canaria. Ahora son los populares los que se lanzan a degüello mientras los socialistas introducen un matiz muy sutil, a la par que escapista: dar prioridad a los inscritos en el Servicio Canario de Empleo y no específicamente a los canarios, teniendo en cuenta que en las listas del paro puede estar inscrito cualquier residente, lo que el Estatuto de Autonomía equipara directamente a la consideración de canario. Nadie podrá impedir, desde luego, que cualquier empresario contrate a quien le plazca, tanto en el mercado laboral canario como en el internacional, pero primar desde el Gobierno la contratación de desempleados inscritos en el SCE siempre será una prerrogativa imposible de denegar. De ahí que adquieran especial importancia en ese empeño paulinista los contratos financiados con dinero público vinculados a la formación que Paquita Luengo está empeñada en implantar con la misma fuerza o superior que la que pone en el autoconsumo energético, que terminará consiguiendo por esa cabezonería que nadie puede negar a la consejera. Directamente vinculada con ella y con la recuperación económica que muchos empiezan a atisbar está la mejoría experimentada en el comercio interior canario. Luengo y su director del ramo, Gustavo Matos, están satisfechísimos con los resultados de las últimas rebajas, en las que se han conseguido datos muy esperanzadores que tampoco se corresponden con las estadísticas nacionales, lo que dificulta enormemente al PP colgar la medallita también en este caso a Mariano Rajoy.