El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
Y Los Rodeos, sin médico
Las fotografías que subieron a las redes sociales los pasajeros del avión de Binter que este miércoles, en medio de un tremendo temporal, se salió de pista en el aeropuerto Tenerife Norte han sido lo más visto de la jornada. Por fortuna no hubo que lamentar daños personales de mayor cuantía, más allá de “un esguince de tobillo, un trauma lumbar, y el resto, cagaleras”, como describía con buen sentido del humor un médico del Servicio Canario de Salud que tuvo desplazado hasta allí ante la ausencia de servicios asistenciales en ese emblemático aeródromo. Sí, señoras y señores, desde febrero pasado Los Rodeos carece de médico y de ambulancia, en prueba palpable de que la empresa pública Aena, dependiente del Ministerio de Fomento, trata a los súbditos canarios de putísima madre, como resaltó convenientemente el ministro José Manuel Soria en airada respuesta a su correligionario José Miguel Bravo de Laguna, que por carta osó quejársele de los desplantes del ministerio que lleva con esa elegancia sin parangón doña Ana Pastor. La versión oficial de Aena sobre la ausencia de este servicio es la siguiente: “La obligación de tener dotación médica sólo es exigible en aeropuertos de más de ocho millones de pasajeros al año, y Tenerife Norte apenas alcanza la mitad”, lo que significa que sólo Tenerife Sur y Gran Canaria cuentan con este servicio. Claro que esa obligación existe desde hace muchos años pero se aplicó a rajatabla este año como consecuencia de los brutales recortes presupuestarios impuestos por el Gobierno central. Un portavoz de la empresa destacó a este periódico que existe un convenio con el 1-1-2 y el Servicio Canario de la Salud para atender de inmediato cualquier llamada que se produzca desde la torre de control cuando se produce un incidente. Preguntado el portavoz por el tiempo que tardaron este miércoles en llegar las asistencias sanitarias, contestó que entre veinte y veinticinco minutos, y que las lesiones que se produjeron “no fueron por el incidente en sí, sino durante la evacuación del aparato”. Suerte que tenemos los periodistas de acceder a información oficial de primera mano, porque si usted se hubiera tomado la molestia de telefonear al 902 de información aeroportuaria de Aena se hubiera encontrado con una amable operadora que, tras hacerle marcar unos cuantos números previos de selección del servicio (y de tarificación telefónica), le habría asegurado que Tenerife Norte no estuvo cerrado al tráfico en ningún momento durante la jornada. La compañía Binter hizo público un escueto comunicado para informar de que el aparato, un ATR que cubría la ruta Gran Canaria-Tenerife, se salió de la pista “por exceso de agua” y que los 51 ocupantes no sufrieron daños físicos. Por fortuna, habría que añadir, porque ni siquiera para una atención de primeros auxilios está la cosa. Eso sí, si en vez de un accidente aéreo a alguien le da un infarto en Los Rodeos, sepa que tiene a su disposición media docena de desfribiladores y que el personal del recinto está cualificado para usarlos.
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