Lo que sí vamos a empezar a ver a partir de la toma de posesión de este lunes de la nueva delegada del Gobierno son movimientos espectaculares en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en Canarias. Bueno, rectificamos, ya los estamos viendo. Este domingo leíamos un delirante comunicado de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en el que se vertía una dura acusación contra las dos últimas delegadas del Gobierno socialistas, Carolina Darias y Dominica Fernández. Dice el sindicato que ambas se dedicaron ?fíjate tú qué cosas- a hacer merma de plantilla del benemérito cuerpo en Canarias firmando “comisiones de servicio” que eran previamente avaladas por el coronel Francisco Espinosa. Además, el sindicato picoleto, de abierta tendencia pepera, acusaba a ambas socialistas de no haber incrementado la plantilla de agentes en el archipiélago. De la falsedad de esta última afirmación dan fe las numerosas presentaciones de agentes, un coñazo para la prensa, pero a la vista de estas acusaciones, necesarias para desfacer entuertos. Fueron los gobiernos del PP los que, quizás entusiasmados por las compañías de seguridad privada, no crearon nuevas plazas. En cuanto a las comisiones de servicio, estamos apañados con estos sindicalistas, porque si mienten así cuando hacen un atestado, apaga y vamos. Los delegados del Gobierno tienen cero competencias, cero, en esa materia, que se sustancia en los órganos internos del cuerpo y se rematan en Madrid. Por cierto, el comunicado de la AUGC era, en realidad, para cuadrarse ante la nueva delegada del Gobierno.