El blog de Carlos Sosa, director de Canarias Ahora
La deuda brillante de Cardona

El tradicional soniquete de que la derecha gestiona mejor que la izquierda se viene abajo ante la cruda realidad de los números. Los acaba de dar a conocer el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, que delata al Cabildo de Gran Canaria y a los ayuntamientos de Telde, Las Palmas de Gran Canaria y La Laguna como los únicos que en 2013 incrementaron su endeudamiento. Las tres primeras corporaciones están gestionadas por el PP, mientras que La Laguna se sostiene gracias a un pacto entre Coalición Canaria y el PSOE. Llama poderosamente la atención el caso del Partido Popular, que con una menor presencia institucional tras las elecciones de 2011, destaca por su querencia al endeudamiento: el único cabildo canario que vio crecer sus números rojos fue el de Gran Canaria, por el que no parece pasar la crisis económica. Compromisos tales como el Gran Canaria Arena (26 millones de más aportados ante la rajada de los gobiernos de Canarias y de España), la asunción de competencias ajenas (pre-financiación de la cuarta fase de la circunvalación) o caprichos como un partido de baloncesto de un millón de euros, (640.000 más taquilla) convierten a esa Corporación en la envidia de las que sí se han tenido que apretar el cinturón en esta dura y persistente época de vacas flacas. Los ayuntamientos de Telde y Las Palmas de Gran Canaria ven abrirse sus agujeros negros por diferentes razones, pero en ambos casos se endeudan con los fondos del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para dotarse de tesorería, hacer frente a los compromisos de pago y quedar intervenidas por el Ministerio de Hacienda, que avala las operaciones a un interés verdaderamente usurero: el 6,5% que cobran los bancos tras recibir el dinero del Banco Central Europeo al 1%. Así salen de la crisis antes que nadie mientras pagamos los intereses los ciudadanos.
Los brillores de Cardona
Lejos de ofrecer una explicación aceptable, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria ha respondido a los números de Montoro con una boutade: “Yo valoro la gestión económica del Ayuntamiento, sinceramente, como brillante”, dijo este martes a los periodistas al ser interrogado por el agujero sideral de 128 millones de euros que tiene su consistorio, 3,5 millones más que el año pasado. No explicó el regidor de dónde saca tan satisfactoria percepción, pero habiendo oído a Rajoy declararse “muy contento” con las últimas cifras de paro en España (cuatro millones de desempleados no tienen ya prestación alguna) hasta tímida resulta la euforia. Vivimos tiempos absurdos en los que el decrecimiento económico es crecimiento negativo o el incremento del endeudamiento se valora como “gestión brillante”. La perversión del lenguaje que tanto aleja a la política de la ciudadanía. Cardona puede considerarse el paradigma de la pésima gestión de lo público por parte de un dirigente de la derecha. Con un incremento de unos 15 millones en la recaudación por impuestos, mayormente gracias al 10% de incremento del IBI, sin ninguna inversión digna de encomio y con una ciudad cada vez más triste y sin tirón institucional, ha incrementado su endeudamiento de manera incomprensible. Y lo que es peor, aplicando la doctrina de la amortización diferida, de modo y manera que, como siempre, sea el que venga detrás el que cargue con los compromisos bancarios. Así puede permitirse presumir de liquidez para pagar en un tiempo relativamente corto a los proveedores. En realidad, quien paga es el ministerio, que tiene intervenidas las cuentas de la Corporación a cambio del aval ante la banca.
La deuda diferida que dejó Pepa
Cardona, sin embargo, no es el primero de la saga de magníficos gestores de la derecha que ha aplicado esta doctrina del pago diferido. Si nos remontamos al mandato de Pepa Luzardo (2003-2007) nos encontramos con que en 2005 hizo una curiosa refinanciación de toda la deuda que la había dejado José Manuel Soria (1995-2003) por un montante de 103 millones de euros. Hubiera sido una operación rentable para las arcas municipales si no fuera porque el crédito venía con bicho: dos años de carencia, lo que supuso que el equipo de Jerónimo Saavedra (2007-2011), al que le estalló la crisis en la cara, tuviera que empezar a hacer frente a las amortizaciones sin haber movido un solo tractor, sin ponerse más medallas inversoras que las que trajo el Plan ZP. En aquella operación se incluían cosas tan rentables políticamente como el plan de barrios de Luzardo, de 32 millones de euros, o los 12 millones del pufo de La Favorita, que se terminarán de pagar precisamente este 2014. Así, parece hasta razonable que el Ayuntamiento de Las Palmas tuviera que desembolsar en 2013 tres millones de euros en concepto de intereses bancarios frente a una amortización de capital de casi 16. Y todo porque a aquel endeudamiento que dejó Luzardo se ha unido, en la era Cardona, un préstamo ICO de más de 82 millones de euros que se está devolviendo con un interés del 6,5%. Incrementando la deuda, apalancando por más de una década a la institución, postergando las amortizaciones y sometiéndose a un duro plan de ajuste impuesto por Madrid. Así cualquiera puede presumir de ser un gestor económico brillante. Y, desde luego, astuto.
Telde, asfixiada
Desde el Ayuntamiento de Telde desmienten las informaciones periodísticas que sitúan en 190 millones su endeudamiento, que sus responsables rebajan a 129. Aparenta poco, pero para una Corporación a la que parece haberle hecho mal de ojo una bruja, 61 millones de euros es un mundo. Y no es para menos. El agujero generado en el cuatrienio negro (2003-2007), el de los escándalos de corrupción y el del principio del poder podrido de Guillermo Reyes y José Luis Mena, obligó a la corporación entrante a pedir al ICO en 2009 un préstamo de 45 millones de euros. A diferencia del que ahora oferta el Gobierno de España, entonces los intereses eran de casi la mitad, lo que convertía en razonable la operación. Pero a aquel grupo de gobierno (Nueva Canarias-PSOE) le fue insuficiente ese endeudamiento, porque tras llegar los actuales responsables (PP-Coalición Canaria) hubo que recurrir en 2012 de nuevo al ICO para solicitar otros 70 millones, solo que esta vez al 6,5%. Entre otros compromisos, tuvieron que responder de 15 millones reconocidos en el último pleno del mandato (2011) y a la famosa sentencia que obligaba a devolverle 13 millones al promotor Ambrosio Jiménez. Pero tampoco esos 70 han bastado, así que en 2013, la corporación que preside Mari Carmen Castellano (PP) pidió otros 17 millones. Así las cosas, y contando con que no se comprometan nuevas operaciones bancarias, Telde estará pagando su deuda hasta el año 2022. De momento, está cumpliendo con los pagos.
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