Perdonen los no canarios. La hache la convertimos en jota cuando la cosa está jodida. Y la trama de corrupción que con tanta profusión de hechos y de datos describe el fiscal anticorrupción respecto al caso Faycan es una auténtica jediondada, y sus actores unos auténticos jediondos capaces de corromperse por cuatro duros [presuntamente mamaban hasta un 20% de comisiones por orbas y servicios y por agilizar el pago de facturas]. Es cierto que Nueva Canarias ha comparado a la alcaldesa de Telde, una de las protagonistas del entramado, con Luis Bárcenas, el tesorero del PP ahora bajo investigación por una serie de supuestos delitos que suman millones de euros. Y en gran medida tiene razón el partido de Román Rodríguez y Paco Castellano, porque el modus operandi es similar: con la estratagema de pretender financiar al Partido Popular, lo que hacen los personajes que aparecen relatados en el escrito del fiscal es mamarse las perras de la manera más burda o jedionda. Eso sí, cantidades ridículas si se las compara con las que Bárcenas ha podido amasar en Suiza o en otros paraísos fiscales gracias a la generosidad de los sinvergüenzas de Gürtel, pero cantidades suficientes para arruinar económica y moralmente al Ayuntamiento de Telde durante el negro periodo comprendido entre los años 2003-2007. Sí, gobernaban entonces los mismos que están ahora al frente de la ciudad, con el añadido actual de Coalición Canaria, que ya está tardando demasiado en pedir la dimisión de la alcaldesa, María del Carmen Castellano, para la que el Ministerio Fiscal pide nada menos que cinco años de cárcel, multa de 9.000 euros e inhabilitación especial por espacio de catorce años para cualquier empleo público en la administración local, en la autonómica o en la del Estado. Cárcel, el fiscal pide cárcel para la alcaldesa de la cuarta ciudad más importante de Canarias, la segunda más importante de Gran Canaria, y todavía no ha dimitido la interesada.