El Castillo de San Gabriel se desmarca del turismo
El Castillo de San Gabriel abrirá al público como centro de interés turístico y vocación pedagógica y cultural
El Pleno de Arrecife aprobó ayer los borradores del Reglamento y Estatutos del futuro Museo de la Historia de Arrecife, que se localizará en el Castillo de San Gabriel. Los documentos pasan así a un periodo de exposición pública en el que todos los interesados podrán presentar
alegaciones a la propuesta municipal de organización y gestión. El Castillo recupera el uso que se le otorgó en 1972, cuando se abrió a la visita como Museo de Arqueología, función que mantendría la fortaleza durante cerca de dos décadas.
La exposición de motivos del borrador del Reglamento recoge que “el Museo de Historia de la ciudad de Arrecife nace como una necesidad de ofrecer al ciudadano, y no solamente al turista, un espacio donde reencontrarse con su pasado”.
En este sentido, la concejala de Cultura y Archivo histórico, Eva de Anta, destaca la vocación pedagógica y cultural de un espacio “que quiere ser epicentro de la actividad educativa en nuestra ciudad”. “Aunque no hay duda del interés turístico del futuro Museo de la Historia, que engarza con otras propuestas del municipio como el MIAC Castillo de San José o la Casa de los Arroyo, fundamos este proyecto por su interés pedagógico y de conocimiento de nuestro pasado”, añade la edil.
Por su parte, el alcalde de Arrecife, Cándido Reguera, recordó que el Castillo de San Gabriel estaba prácticamente abandonado, “y lo que hemos pretendido es darle una actividad”. “Planteamos un Museo que recoja adecuadamente toda la riqueza de nuestro pasado y que suponga además un atractivo del municipio de Arrecife”, ha señalado Reguera.
Para el primer edil se inicia ahora un periodo de exposición pública del reglamento y estatutos que, “sin duda, enriquecerá el texto inicial”.
Respecto a la dirección del Museo, los estatutos recogen que será el responsable del Archivo histórico quien dirija el Museo, bajo al
supervisión de una Junta directiva y con la colaboración de un encargado. Según aclaró Eva de Anta en el debate plenario, esta nueva responsabilidad del archivero municipal no supondrá coste alguno para las arcas municipales.