Fresis: “La ópera es para la gente que la ama”

El director orquesta griego Errico Fresis, responsable de Ópera de la Universidad de las Artes de Berlín, defiende que este género “no es para todos, es para la gente que lo ama”, aunque aboga por acercar a los ciudadanos desde pequeños a los teatros para que disfruten de su atmósfera. Director de la Orquesta de Friburgo (Alemania), pone en escena esta semana por primera vez en Canarias La ocasión hace al ladrón, de Rossini, al frente de un proyecto educativo, Inter Artes, en el que intervienen 34 profesores y 245 alumnos, algunos de ellos estudiantes Erasmus de Alemania, Portugal o Suiza.

En una entrevista con Efe, explica que esta ópera de Rossini se ha elegido por su carácter pedagógico y reconoce que montarla ha sido un trabajo “especialmente interesante, porque ha sido necesario unir para trabajar distintas culturas o formas de trabajar”. Lo más complicado a la hora de llevar a cabo el proyecto ha sido ensamblar el trabajo escénico con el de la orquesta para que todo sea un conjunto y las esperas escénicas, porque además se ha tenido poco tiempo de ensayo, tan sólo cuatro semanas cuando en Alemania se ensaya de seis a ocho semanas.

El director de orquesta aprecia las diferencias a la hora de trabajar que ha observado entre Alemania y la empleada en este proyecto de Inter Artes, porque “aquí no ha habido ningún problema”, mientras que en su país de acogida “siempre lo hay”. Fresis explica que en Alemania la escena tiene “una gran protestad”, por lo que el ensayo escénico se trabaja entre seis y ocho semanas, mientras que en el caso de la obra de Rossini ha habido tan sólo un mes de ensayo, de modo que no sabe si en el estreno va a pasar lo que tiene que suceder en la escena. “Pero esto nos mantiene en una tensión positiva”, añade.

El músico griego repetiría “con mucho placer” la iniciativa, aunque no cree que por el hecho de ser un proyecto que involucra a varios centros de artes de Gran Canaria esta ópera vaya a atraer a más jóvenes, porque a este tipo de espectáculos hay que ir cuando haya “una experiencia positiva en el sentido emocional”. “La gente no tiene por qué venir a la ópera”, señala el director de orquesta, convencido de que “la ópera no es para todos, sólo para la gente que la ama” y de que no se debe transformar el género solo para venga más público.

Al respecto de la situación de la ópera en la actualidad, opina que se está primando más los grandes nombres de cantantes y directores que la parte artística y la pieza. Se intenta hacer pseudorealismo, se utiliza mucha maquinaria y tecnología, pero “esa forma de hacer teatro y ópera hoy en día no transmite la sensibilidad al público”, señala.

Errico Fresis considera que las críticas que califican de “elitista” a la ópera se debe a que es un género musical que exige conocimiento. Es más, sentencia, de “todo aquello para lo que se necesite un mínimo de inteligencia se suele decir eso”. Eso sí, matiza que elegir entre un “pueblo de idiotas o un pueblo inteligente” es una decisión política y sospecha que, “a lo mejor”, la primera opción “no conviene”.

El “arte necesita del exilio”

Por su parte, el tenor grancanario Manuel Gómez señala que comparte cien por cien la opinión del maestro griego en relación a la situación de la ópera en la actualidad, ya que considera que se está convirtiendo en un “show” donde se presta más atención al cantante y al director musical que a la pieza que se interpreta o a su compositor.

Gómez, que interpreta el papel de Don Eusebio en La ocasión hace al ladrón, apunta que tiene “unas ganas terribles” de presentar el trabajo ante el público grancanario tras un mes de ensayo, y recuerda que ya había interpretado este mismo papel en 2011 en Berlín, motivo por el que se le invitó a participar en la selección de integrantes de esta ópera. El tenor, estudia canto en la capital alemana, afirma no se plantea el retorno a Gran Canaria tras finalizar sus estudios, pues entiende que el “arte necesita del exilio”.

Gómez recuerda que Picasso que se fue de Málaga a Barcelona, y luego a París; que Falla se fue a la capital francesa; o que Beethoven dejó Bonn. Para él, lo más difícil de trasladarse a Berlín, ciudad que considera la capital cultural de Europa como lo fueron Viena o París en su momento, ha sido el idioma y el carácter y la forma de ser de los alemanes que es diferente a los canarios. Apunta la paciencia como la característica que ha de tener los artistas que se adentran en el mundo de la ópera, porque todos quieren triunfar jóvenes y, para conseguirlo, a su juicio, hay que tener una trayectoria madura y pausada, “ir poco a poco, no parar de hacer cosas pero ir creciendo en lo que se hace”.

En relación a la situación de la ópera en Canarias, opina que se había iniciado un buen camino, pero que “la crisis se está comiendo la Cultura” y no se puede hablar de cultura a “coste cero” o a taquilla, porque “la Cultura es un bien de la humanidad que necesita el ciudadano” y se debe proteger. “Para mí, es tan importante que un teatro tenga una actividad, como que un hospital tenga médicos y enfermeras”, defiende Gómez, quien añade: “imagine qué sería la vida sin música en la radio, sin cuadros en las paredes, o sin obras de teatro y libros, todo eso hay que protegerlo porque es lo que embellece nuestra vida”.

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