Javier Gurruchaga pasea por Triana como Donald Trump para promocionar su último show

Javier Gurruchaga pasea por Triana como Donald Trump

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

El cantante Javier Gurruchaga ha recurrido a sus conocidas dotes histriónicas para convertirse en su último espectáculo en el nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, un personaje que difícilmente podía dejar pasar tras 40 años de carrera para escribir todo “un himno a la estupidez”.

El cantante donostiarra y su inseparable Orquesta Mondragón presentan este fin de semana en el Teatro Cuyás de Las Palmas de Gran Canaria el disco en el que repasan su trayectoria, Anda suelto Satanás, un título se han tomado casi como una invitación para exponer lo que piensan del empresario neoyorquino, aunque en realidad sea el nombre de una canción escrita hace tiempo por Aute.

“America first!”, proclama Javier Gurruchaba con los pulgares en alto, mientras hace todo tipo de muecas que exageran el efecto sobre su rostro la enorme peluca rubia que luce, tupé incluido.

La voz de la Orquesta Mondragón comienza así una rueda de prensa en la que juega a la bipolaridad, de modo que unas veces habla por su boca Gurruchaga y, otras, un Donald Trump “de andar por casa”.

Así, lo mismo explica con toda solemnidad la preocupación que le provoca un presidente que niega el saludo a la jefa de gobierno de otro país o que insulta sin disimulo a sus rivales, que se queda mirando fijamente a un periodista y le suelta, con la procacidad de su personaje: “Pregúntame algo tú. Sí, tú. Es que me recuerdas a ese rey de una obra de Shakespeare... Sí, ese gordo y estúpido”.

Gurruchaga regresa a la rueda de prensa para animar al público a escuchar Anda suelto satanás, un disco que cuenta con la colaboración de importantes voces de la música en español. “No solo Tony Bennet y Lady Gaga hacen duetos, oiga”, añade en tono bufón.

Pero no tarda en apoderarse de su persona de nuevo Trump, esta vez para cantar la canción que la Orquesta Mondragón le ha escrito al nuevo inquilino de la Casa Blanca. “Que viene, viene, viene Trump. Trump!, Trump!, Trump!”, entona, a ritmo de rock'n'roll.

El artista donostiarra advierte a los periodistas de que no esperen mucho de la canción, porque la escrito él mismo y es lo que es. “A un imbécil no iba a escribirle una ópera”, se excusa.

El cantante se declarara encantado con su nuevo personaje, porque cree que la política española no le ofrece una oportunidad igual para “hacer el payaso”, porque ve a sus protagonistas “muy grises”.

Incluso, confiesa que ha empezado a gustarle Alec Baldwin, desde que el actor comenzó con sus celebradas parodias de Trump.

“El miedo que tengo es que le hagan un impeachment y se me acaben las galas. Pero creo que para cuatro años por lo menos me va a dar esta promoción”, asegura Javier Gurruchaga.

Después, se lanza sin vergüenza alguna a caminar por la principal avenida comercial de Las Palmas de Gran Canaria, la calle mayor de Triana, a comprobar cómo responde la gente a su parodia.

Camina rápido, con paso firme y sin dejar de hacer muecas, hasta que escucha a su paso los primeros gritos de “¡Presidente, presidente!”. Javier Trump se vuelve y responde: “God bless you!”.

Entre risas, selfis y más selfis con vecinos y turistas, Gurruchaga regresa al teatro. “Lo siento, me aprieta la peluca, es que soy muy cabezón”, argumenta, sin abandonar aún su papel.

Pero también promete subir aún más el listón en próximas entregas de la gira de Anda suelto Satanás, quizás contando con su compadre Popotxo Ayestarán para convertirlo en un “mini yo de Trump”.

“Tengo 59 años”, recuerda. “Hasta los 90 de Chuck Berry -fallecido la semana pasada- aún me queda”.

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