Retratos y armaduras se dan la mano en 'El arte del poder'
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
El Museo del Prado, Patrimonio Nacional y la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX) presentaron la exposición 'El arte del poder. La Real Armería y el retrato de corte', que muestra la “intensa relación” entre pinturas y armaduras, según explicó el director adjunto de Conservación e Investigación del Prado, Gabriele Finaldi, quien disculpó la ausencia del director, Miguel Zugaza, “atrapado” por la nieve en el aeropuerto de Bilbao.
La muestra, coorganizada conjuntamente con la National Gallery of Art de Washington, será inaugurada esta tarde por el Rey y permite contemplar por primera vez una comparación directa entre los mejores retratos de corte que atesora el Museo del Prado, pintados por los grandes maestros, como Tiziano y Rubens, y las piezas de armería que vestían los monarcas para simbolizar su imagen de poder, conservadas en la colección de la Real Armería de Patrimonio Nacional.
La exposición incluye 35 pinturas que se enfrentarán a 31 piezas y conjuntos de la Real Armería de Madrid -considerada, junto con la imperial de Viena, la mejor colección del mundo-, para narrar la evolución y el impacto que tuvo el retrato de corte entre los siglos XVI y XVIII.
PIEZAS MÁS DESTACADAS
Entre las piezas incluidas en esta muestra, destaca la exhibición conjunta de Carlos V, a caballo en Mühlberg de Tiziano junto a la impresionante armadura ecuestre del emperador, obra maestra realizada por Desiderius Helmschmid, uno de los armeros más importantes del siglo XVI; las piezas forjadas por los armeros más relevantes del Renacimiento, como los hermanos Negroli; las esculturaas del taller de Leone y Pompeo Leoni; el espectacular tapiz que describe la conquista de Tunez, procedente de Patrimonio Nacional, y las obras de los más importantes pintores del momento como Tiziano , Rubens o Velázquez.
En este sentido, el presidente de Patrimonio Nacional, Yago Pico de Coaña, señaló que esta exposición, que fue visitada en Washington por 250.000 personas, incluye “lo mejor del universo en tapices y armaduras” y apuntó que esta muestra que exhibe el Prado se incluyen piezas que no pudieron viajar a Estados Unidos por su valía y delicadeza.
Por su parte, Charo Otegui, presidenta de la Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior (SEACEX) indicó que esta exposición resalta cómo la pintura y la armadura muestran el poder imperial de la Monarquía.
En este sentido, el comisario Álvaro Soler del Campo explicó que desde principios del siglo XVI hasta finales del XVIII ningún elemento formaba parte tan relevante de las características esenciales de la imagen del gobernante europeo como la armadura y resaltó que fue Felipe El Hermoso, el primer Rey que se hizo retratar con armadura.
'El arte del poder está estructurada en una introducción y cuatro secciones monográficas - 'El retrato de corte y las armerías de Carlos V y Felipe II', 'La ausencia de retratos armados en la segunda mitad del siglo XVI y su recuperación con Felipe III príncipe', 'La Real Armería en la pintura de corte del siglo XVII' y 'El retrato borbónico en armadura: la tradición francesa y española'-.
ARMERÍA Y PINTURA EN LAS CORTES RENACENTISTAS
El recorrido se inicia con una sala introductoria que tiene como finalidad enmarcar la importancia de las colecciones reales de armería y pintura en las cortes renacentistas y barrocas, así como sus vínculos ideológicos y temáticos. En este espacio destacan la Celada de parada del emperador Carlos V con el símbolo del Toisón de Oro, que pone de manifiesto la condición del monarca como gran maestro de la prestigiosa orden de caballería, y la Borgoñota del emperador Carlos V, que simboliza la victoria del cristianismo sobre el Islam.
A continuación se analiza la influencia de las armerías del emperador Carlos V y de Felipe II siendo príncipe en el retrato de corte para que el visitasnte comprenda el desarrollo y esplendor del retrato armado vinculado a la imagen triunfante de los monarcas en sus batallas.
Armaduras como la que vistió Carlos V en la batalla de Mühlberg -elaborada en 1544 por Desiderius Helmschmid- junto al imponente retrato del emperador que conmemora esta victoria o la de la Cruz de Borgoña que lució Felipe II durante la Batalla de San Quintín -realizada por Wolfgang Grosschedel- y su reflejo en la obra de Antonio Moro son testimonio del importante valor simbólico de estas piezas.
Según explicó Álvaro Soler, la segunda de las secciones plantea el cambio de actitud de Felipe II hacia la imagen armada. Este monarca se inclinará por la imagen clásica a la romana de connotaciones heroicas o por el vestido de corte excepto en las composiciones relacionadas con la batalla de Lepanto, donde Felipe II, dada la trascendencia de la conmemoración, aceptó ser retratado con una armadura, “pero que podía ser la que llevara cualquier hombre del ejército”, aclaró Álvaro Soler.
La tercera sección, bajo el título La Real Armería en la pintura de corte del siglo XVII, muestra las diferentes fases por las que transcurre la relación entre los fondos de la colección de La Real Armería y el retrato cortesano, desde su estrecha vinculación a la imagen del poder real hasta su uso como un mero repertorio aplicable a diversos tipos de pinturas desde el segundo tercio del siglo XVII.
Para finalizar, el recorrido aborda la llegada de Felipe V, monarca que aunó el gusto francés del retrato armado y la tradición española de los Austrias. El ejemplo más descriptivo de esta fusión artística se ofrece en su retrato anónimo como un joven recién llegado vistiendo la armadura de Felipe II, ya representada por Tiziano. En esta sección se exponen también los retratos de Fernando VI, parcialmente armado, de Jean Ranc y el de Carlos III de Mengs, último ejemplo de un monarca español en armadura, que cierra la exposición.
(EUROPA PRESS)