Ricky Martin contagia su 'Fiebre' a más de 7.000 personas Gran Canaria

Ricky Martin, durante su actuación en Gran Canaria.

Efe

Las Palmas de Gran Canaria —

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El cantante caribeño Ricky Martin ha regresado por todo lo alto a Maspalomas (Gran Canaria), donde ha contagiado de su música latina a más de 7.000 personas que le esperaban en el Estadio Municipal y que se dejaron llevar por el huracán boricua durante las dos horas de su cita isleña, donde ha repasado sus grandes éxitos y el último trabajo, Fiebre.

Entrando en el escenario rodeado de un enérgico cuerpo de baile y un espectáculo de luz y pantallas led, la bomba de Puerto Rico encendió el sur isleño con uno de sus temas emblemáticos, María, que le subió a lo más alto en 1995 y ahora tampoco volvía a defraudar en su encuentro con Canarias.

Con una fuerza arrolladora, el artista latino prendió la mecha de un concierto que tenía como objetivo que “no paren de bailar y acaben cansados de cantar conmigo”, como señaló el cantante de San Juan.

Ataviado con una chaqueta de uniforme, el artista de centroamericano se mimetizó con su equipo musical para levantar las manos de los miles de seguidores con Muévete duro, una orden a la que obedecieron sin vacilación los grancanarios.

Subió la Adrenalina con su tema estrella de 2014 con una coreografía que se adueñó del recinto, con cambios de vestuario entre tema y tema que elevaron la temperatura.

Con un albornoz dorado y una de sus letras más románticas, Ricky Martín regresó al escenario con su lado más tierno y su trabajo Vuelve, que levantó pasiones.

“Canarias se desvive por la música y eso me encanta”, confesó el artista.

Ritmo étnico y tambores sobre la platea de Maspalomas protagonizaron al puertorriqueño más enérgico, que llamó al Jaleo con una letra en la que acompañaron las gargantas y las caderas en el recinto canario.

El repaso a la trayectoria musical del ganador de dos premios Grammy, cuatro Grammys latinos, ocho MTV, ocho World Music Awards, entre otros galardones, alabó “como se baila aquí en Canarias” subiendo a personas del público al escenario con She bangs, que desde hace más de una década es clásico de la fiesta internacional.

En un canto al movimiento llegó el liderazgo musical de Livin' la vida loca, con pasos de baile que hicieron gala de sus más de dos décadas moviendo a millones de personas en el globo.

Con manos en alto y garganta entrenada, el público no decayó en ningún momento, acompañando a Ricky Martín por su discografía sin descanso y envuelto en un espectáculo que no dejó indiferente a nadie.

Uno de los temas más aplaudidos de la noche, sin embargo, fue el llamamiento solidario del artista, también embajador de buena voluntad de Unicef y fundador de la Fundación Ricky Martin y el proyecto People for Children.

Con un vídeo que mostraba la necesidad de “ser la semilla” de los niños del mundo en riesgo de pobreza y exclusión, el boricua llenó Maspalomas del aplauso más cálido, un Disparo al corazón, siguiente tema en cantar el vocalista.

Demostrando que la música no tiene fecha de caducidad, Tu recuerdo devolvió al público a su trabajo MTV Unplugged de 2006 “como un aguacero de mayo”, según versa la canción.

“Canarias no dejes de pensar en mí”, pedía el artista durante su canción, mientras miles de pantallas y luces arropaban al latino en un estadio que no falló, cantando a una sola voz con el puertorriqueño.

La receta del torbellino del rey del pop latino aterrizó entre temas de ayer y hoy con una Fiebre contagiosa con el sencillo principal de su nuevo trabajo, que encabeza su gira por España.

Con el termómetro marcando lo más alto de la noche, la calentura de Ricky Martín dominó el ánimo de un público entregado, que saltó junto al artista con Vente pa'ca, uno de sus últimos éxitos.

Dando “otra vuelta más” a un espectáculo musical que regresaba tras dos años de ausencia en la isla, llegó la cuenta atrás de La bomba, un estallido lleno de fuerza que fue antesala de un “calentito y bien pegado” baile multitudinario de manos Por arriba y por abajo.

No faltó La copa de la vida en el repertorio del cantante de San Juan, que se pegaba un poco más con su clásico tema y su mantra, “bailando todo se arregla”.

Y bailando se despidió del municipio grancanario, con un “hasta la próxima” y poniendo al público “esa manzana que es para morder”, con La Mordidita, un broche de oro a dos horas de baile sin freno.

La próxima cita del artista despide su circuito español en Córdoba, tras una gira por la geografía española durante meses, en los que ha recorrido ciudades como Tarragona o Málaga en uno de sus espectáculos recopilatorios más completos.

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