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Un palmeo en canasta propia tras un tiro libre certifica el triunfo del Gran Canaria ante el Zaragoza

El pivot estadounidense del Herbalife Gran Canaria Luke Fischer (i), con el balón ante la defensa del jugador de Tecnyconta Zaragoza De Jong

Efe

Zaragoza —

El Herbalife Gran Canaria logró, con mucho sufrimiento, su segunda victoria de la temporada en la pista del Tecnyconta Zaragoza tras un partido muy luchado y que no se decidió hasta los últimos segundos con un 95-99 definitivo.

El trabajo coral del Granca, con siete jugadores anotando diez o más puntos, reflejó un juego de equipo en el que cada hombre se erigía en protagonista en determinados momentos del juego, cuando más en racha se encontraba, lo que acabó dando sus frutos en forma de victoria.

Ambos conjuntos protagonizaron un encuentro de mucho despliegue físico y que, sobre todo tras el tiempo de descanso, registró muchos tirones en el marcador para unos y otros, aunque se entró al último minuto con solo un punto de ventaja para el Herbalife (93-94)

Ya desde el inicio del encuentro el equipo local evidenció los problemas que tenía para superar la defensa visitante, que le obligaba a apurar la posesión y lanzar casi al límite y en incómodas posiciones.

Esto desembocó en que ya en el minuto tres el preparador del conjunto maño, Jota Cuspinera, se viera obligado a solicitar su primer tiempo muerto del encuentro intentando evitar el despegue de su oponente con 4-9 en el marcador.

Sin embargo, sirvió de poco porque el Herbalife no perdió el ritmo con este parón y siguió mostrándose superior a los locales haciendo subir la diferencia progresivamente hasta terminar en 13 puntos (16-29) al final de los primeros diez minutos producto de unos datos demoledores para los amarillos, 70% de acierto en tiros de dos puntos y 67 en triples frente a 50 y 25 de su oponente, además de la gran superioridad en el rebote (11 por 4 de los maños).

Las cosas no fueron a mejor para el conjunto ‘rojillo’ en el inicio del segundo parcial pues en defensa los locales seguían teniendo problemas y se veían obligados a recurrir a las faltas para frenar el potencial visitante, que anotaba sin problemas y que llegó a marcar una máxima renta a su favor de 15 puntos (18-33) en el minuto 12.

El encuentro pintaba mal para el equipo zaragozano y excelente para el grancanario pero la situación comenzó a cambiar cuando el letón Blums asumió el protagonismo de los suyos.

Sus triples y una mejoría general de los propietarios del terreno, especialmente en defensa, comenzaron a incomodar a un conjunto insular que ya no veía aro con la misma facilidad y que sufría para anotar, como demostró el que al final de este cuarto hubiera sumado 15 puntos por 25 de su oponente.

El Tecnyconta se creció y poco a poco fue recortando distancias hasta colocarse a un solo punto (41-42) a falta de 46 segundos para el descanso aunque los amarillos consiguieron salvar los muebles y llegaron al tiempo de descanso con tres puntos (41-44).

Al regreso de vestuarios se repitió la situación del inicio del encuentro, con un Herbalife Gran Canaria tremendamente acertado y un Tecnyconta Zaragoza dubitativo y flojo en defensa.

Esto permitió ampliar la ventaja al equipo de Luis Casimiro y colocarse a una distancia de 11 puntos (45-56) cuando apenas se habían disputado cuatro minutos de este parcial.

La fe local le permitió, apoyado en el acierto de Blums y Neal, volver a meterse en el partido con solo dos puntos de desventaja, pero la réplica de los insulares la dio en esos minutos Eulis Báez, que se convirtió en una pesadilla bajo el aro maño mientras el juego se endurecía poco a poco para entrar en los diez últimos minutos de nuevo ajustado (66-72).

Los hombres de Cuspinera empataron a 72 en el minuto 32, algo que se repitió a falta de 1.34 para la conclusión dando una tremenda emoción al tramo final.

Esta llegó a su momento álgido cuando con 93-94 y a falta de 11.9 segundos Mekel dispuso de dos libres anotando el primero y fallando el segundo con la fortuna de su cara ya que el pívot local Varnado, al intentar barrer el balón, se lo introdujo en su canasta (93-97) dejando el partido sentenciado para el 95-99 final.

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