La flota española podrá regresar al caladero mauritano la próxima semana
El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente espera que la flota española que faenaba en Mauritania, unos 50 barcos, pueda regresar a esas aguas “a partir de primeros de diciembre” gracias al nuevo acuerdo pesquero, según ha informado este jueves este departamento.
Agricultura confía en que en esas fechas haya finalizado el proceso de obtención de licencias para los navíos interesados en operar en Mauritania, caladero que abandonó la flota española en diciembre de 2014 por el fin del anterior convenio.
La semana pasada, los negociadores de la Comisión Europea (UE) y el país africano firmaron el nuevo acuerdo pesquero en Bruselas, tras la ratificación por el Consejo de Ministros de la UE (representantes de los Gobiernos comunitarios), con lo que puede aplicarse provisionalmente.
El secretario general de Pesca, Andrés Hermida, confirmó en una entrevista a Efe su entrada en vigor y aseguró que los buques españoles podrían acudir a las aguas mauritanas “en diez o quince días, antes de Navidad”.
El pacto con Mauritana tiene interés para Andalucía, Galicia y Canarias; las aguas de ese país son importantes para los barcos que capturan marisco, merluza o atún.
A partir de ahora, la Comisión Europea (CE) puede abonar a Nuakchot el primer pago de la compensación financiera por permitir el acceso de los buques de la UE a sus aguas y los armadores pueden empezar a tramitar sus nuevos permisos.
El importe anual de la contrapartida económica de la UE es de 55 millones de euros.
Asimismo, la Secretaría General de Pesca del Ministerio está haciendo gestiones, en coordinación con la CE y con el sector para que antes de final de enero de 2016 se reúnan científicos españoles y mauritanos, con el fin de evaluar los posibles excedentes de especies demersales (las que están cerca del fondo).
El objetivo, según la misma fuente, es discutir la posibilidad de incluir una nueva modalidad de pesca, el arrastre demersal congelador.
Agricultura ha explicado que cuando se negoció el acuerdo, la CE, apoyada por España, logró que se contemplara el acceso de buques congeladores para explotar especies como la sepia, el calamar o la merluza negra, que eran “excedentarias” y que permitirían a la flota comunitaria obtener una mayor rentabilidad.
La gestión de esas nuevas posibilidades permitiría volver a Mauritania a barcos que tuvieron que abandonar esas aguas en 2012, ante la falta de excedente de pulpo, para poder dirigir su actividad a otras especies abundantes y excedentarias“, según la misma fuente.
