Falciani cifra en 200.000 millones el dinero que se evade en impuestos
El informático franco-italiano Hervé Falciani eleva a 200.000 millones de euros la cantidad que las autoridades españolas podrían recuperar de los defraudadores que aparecen en la documentación que él sustrajo durante seis años trabajando en el HSBC suizo. El programa Salvados, de La Sexta, emitió este domingo la primera entrevista con Falciani desde que eldiario.es publicara sus declaraciones en exclusiva. En un momento del programa, Jordi Évole muestra al informático la noticia referente a los 200 millones que la familia Botín regularizó a raíz de los datos que él extrajo del Banco. “Yo esperaba que fueran 200.000”, responde él, en referencia al monto total de lo recuperable.
El 1 de octubre de 2012, Falciani se entrevistó con unos agentes de la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía en la cárcel de Valdemoro (Madrid), donde se encontraba a la espera de que la Audiencia Nacional decidiera sobre su extradición a Suiza. En presencia de su abogado, Joan Garcés, Falciani ofreció un pacto a los agentes. Según éste, España rechazaría la entrega y le otorgaría la condición de testigo protegido. A cambio, él suministraría más información y ayudaría a descifrar la que ya estaba en poder de España. Tres días después, los agentes recogieron en un borrador que Falciani les había dicho que poseía “una lista de políticos españoles y empresarios” con dinero en Suiza por valor de 100.000 millones de euros. Ahora, trece meses después, Falciani habla del doble, 200.000 millones, aproximadamente el 20% del Producto Interior Bruto (PIB) español.
Para reafirmar su oferta entonces, Falciani dijo a los policías que entregaría “similar e incluso mayor información” de la que había suministrado antes a Francia, Italia y Estados Unidos. En aquellos momentos, la Agencia Tributaria ya tenía información de Falciani, obtenida por las autoridades francesas en el registro de su domicilio y enviada en mayo de 2010. Con esa información se obtuvo, ente otras, la regularización de los 200 millones de euros de la familia Botín a la que se aludió en la entrevista de anoche. Además de nuevos datos, el informático ofreció a los policías “profundizar” en la documentación que tenía la Agencia Tributaria. Para ello, según dijo, eran necesarias claves que estaban en su poder. El informático también prometió a los agentes españoles los secretos sobre “las últimas técnicas de blanqueo, los sistemas operativos de las cuentas off shore que penden en racimo” y el sistema de ocultación del efectivo en los balances oficiales de los banco privados, con los que las entidades evitan el control del Estado.
El 8 de mayo pasado, Falciani quedó en libertad. La Audiencia Nacional rechazó la petición de extradición de Suiza porque en España no existen los cuatro delitos por los que era reclamado. En su auto, los jueces de la Sección Segunda de la Sala de lo Penal aludían a la información de las 130.000 cuentas de las que obtuvo datos Falciani entre 2001 y 2008. Esa información “no es de ninguna manera susceptible de legítima protección” porque se trata de dinero de defraudadores y otros delincuentes, desde narcotraficantes a terroristas, recordaron los jueces. Suiza alegaba que a Falciani solo le mueve un interés recaudatorio, pero los jueces españoles replicaron que la acusación era “confusa e inconsistente” y que la colaboración que había mantenido el informático hasta ese momento con varios países no cabía “apreciar móviles económicos o espurios”.
La mayor regularización de la historia
Durante la vista sobre la extradición, el exsecretario de Estado de Hacienda Carlos Ocaña declaró que los datos enviados por Francia en 2010 habían supuesto “la operación de regularización fiscal más cuantiosa” del tiempo que él había estado en el Ministerio y, probablemente, también de la historia de la hacienda española. Aquel disco duro que la Policía francesa halló en casa de Falciani contenía información de 659 evasores fiscales españoles, de los que la Agencia Tributaria obtuvo 300 millones de euros.
Desde que salió de la cárcel de Valdemoro y hasta la celebración de la vista, Falciani estuvo alojado en un lugar secreto, custodiado día y noche por policías españoles. Salía en contadas ocasiones a la calle y siempre protegido por un chaleco antibalas. Y así permaneció las pocas semanas que siguió en España tras la decisión de la Audiencia Nacional de rechazar la petición de extradición por parte de Suiza. En la Audiencia Nacional se temía la reacción de Suiza, un país por el que pasan incontables investigaciones por blanqueo de capitales. No en vano, antes de tomar su decisión, la Sección Segunda solicitó al juez Pablo Ruz todas las comisiones rogatorias enviadas por Suiza en el marco del 'caso Gürtel'. Sin embargo, los casos relevantes con conexión en Suiza no se han visto perjudicados por rechazar la entrega de Falciani, según fuentes de los Juzgados afectados. “Suiza nunca ha colaborado demasiado”, recuerda una de esas fuentes.