Fernando Casado dirigirá la alianza de grandes empresas en defensa de España
MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
Fernando Casado, ex presidente de CatalunyaCaixa y exdirector general del Instituto de la Empresa Familiar (IEF) dirigirá previsiblemente el Consejo Empresarial para la Competitividad, constituido por una veintena de grandes empresas españolas con el objetivo esencial de recobrar la confianza de los mercados internacionales en la economía española, confirmaron a Europa Press en fuentes empresariales.
En calidad de director general, Casado será el hombre que gestione el día a día y las iniciativas de esta alianza empresarial formada por empresas como Santander, BBVA, Mapfre, Telefónica, El Corte Inglés, Mercadona, Iberdrola, Repsol, Inditex, ACS, Ferrovial, Acciona, el grupo Planeta, Criteria, el Grupo Barceló y el propio Instituto de Empresa Familiar (IEF), y cuya presidencia será ocupada de forma rotatoria por los primeros ejecutivos de estas compañías. En estos días se ultima quién estrenará la presidencia del Consejo.
Casado presentó ayer martes su dimisión como presidente de CatalunyaCaixa en la misma reunión del consejo en la que se aporbó la creación de un banco al que la caja transferirá todo su negocio financiero.
El diario online 'El Confidencial', que adelanta hoy la noticia, explica que la marcha de Casado de la caja de ahorros catalana, donde ha ejercido como presidente poco más de tres meses, “era un secreto a voces desde que decidió poner en marcha un proyecto profesional al margen del cargo institucional que había aceptado por invitación de las grandes familias catalanas”.
Fuentes empresariales indicaron a Europa Press que se han recibido nuevas solicitudes de otras grandes empresas para sumarse al proyecto, de modo que en pocos días se puede superar la veintena de asociados.
La idea de crear este 'think tank', que será presentado oficialmente en los próximos días, nació de los contactos que los máximos responsables de las mayores empresas españolas han mantenido en los últimos meses entre sí y con el Gobierno, ante el empeño común de mejorar la imagen de España en el exterior, empañada por el aumento de la prima de riesgo experimentado desde el mes de mayo.
Las grandes empresas españolas constatan que la marca 'España', en vez de suponer una garantía de fortaleza y pujanza y un ejemplo de rigor, ha penalizado su cotización bursátil y dificultado su acceso a los mercados de financiación desde que Grecia tuvo que ser rescatada y los mercados sembraron la desconfianza sobre la solvencia de los países periféricos del euro, entre ellos España.
Los primeros ejecutivos de las compañías consideran que esta situación desmerece la posición que, por mérito propio, ocupan las empresas españolas en el ranking mundial, en beneficio de otras firmas menos punteras de otros países sin este marchamo y que pugnan por arrebatarles el liderazgo en sus respectivos sectores.
A grandes líneas, los primeros espadas de las empresas respaldan las reformas emprendidas por el Gobierno desde el mes de mayo (reforma financiera, laboral y del sistema de pensiones), apoyan la determinación del Ejecutivo en su empeño de proseguir con el calendario reformista y creen que es necesario un esfuerzo de interlocución a nivel internacional para desmarcar la situación de España del resto de países periféricos, además de rechazar tajantemente el acrónimo PIIGS con el que se define, de forma despectiva, a estos países (Portugal, Irlanda, Italia, Grecia y España).
CUENTA CON LA SIMPATÍA DEL GOBIERNO
El Gobierno español vería con buenos ojos la iniciativa de las principales empresas españolas, que se inscribiría en el objetivo común de mejorar los intereses de España ante el mundo, informaron a Europa Press en fuentes gubernamentales.
Las mismas fuentes recuerdan otras iniciativas impulsadas por el Gobierno como el proyecto, Made in/Made by Spain, diseñado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, a través de la Secretaría de Estado de Comercio y ejecutado por el Instituto de Comercio Exterior (ICEX), que pretende potenciar al máximo el apoyo institucional y comercial a las empresas españolas en ámbitos como el desarrollo de las energías alternativas (eólica y solar), la construcción y gestión de infraestructuras, alta velocidad ferroviaria, tratamiento y desalinización del agua o la aplicación de las nuevas tecnologías a los modelos sanitarios y educativos.
En todos ellos, muchas empresas españolas ocupan lugares de liderazgo a nivel mundial y son fiel reflejo del fuerte desarrollo que la economía española ha logrado en los años previos a la crisis, pese a caer del octavo al decimosegundo puesto en el ranking de las mayores economías.
La iniciativa de constituir el Consejo Empresarial para la Competitividad se desmarca de otros intentos para mejorar la imagen de España que no llegaron a cuajar por diversos motivos, como el impulsado por las Cámaras de Comercio bajo el eslogan 'Esto lo arreglamos entre todos', o de iniciativas como la promovida por la Fundación Everis, que elaboró una propuesta para reformar la economía española que fue entregada al Rey don Juan Carlos y que en algunos medios fue interpretada como una crítica a la actuación del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.