El Gobierno no retomará la privatización de Loterías pero revisaría la de AENA
MADRID, 11 (EUROPA PRESS)
El Gobierno no contempla retomar el proceso de privatización de Loterías y Apuestas del Estado (LAE) que se interrumpió a finales de la pasada legislatura porque considera que supondría perder “ingresos recurrentes”, si bien considera que AENA es un “caso distinto” en términos de impacto financiero y podría volver a estudiarse. En cualquier caso, no recuperará la fórmula que planteó el anterior Ejecutivo socialista.
Así lo ha indicado en una conversación informal con periodistas en los pasillos del Congreso el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, quien ha apuntado que el Gobierno no descarta las privatizaciones de empresas públicas para contribuir a recortar el déficit público, si bien el potencial ahora de este proceso sería muy inferior al de 1996, cuando el PP llegó por primera al Gobierno.
No obstante, ha remarcado que no ve conveniente volver a encauzar un proceso como el de Loterías, con el que el PP se mostró muy crítico. El propio Montoro, entonces portavoz de Economía del PP, afirmó que la privatización habría supuesto una “malversación de fondos públicos” porque el Estado habría dejado de recaudar una cantidad anual fija a cambio “de unos capitales”.
Respecto a AENA, Montoro no ha aclarado qué opciones baraja el Gobierno, si bien ha indicado que se buscaría implicar al conjunto del sistema aeroportuario, no sólo a El Prat y Barajas.
Durante la campaña electoral, el PP planteó que si ganaba las elecciones impulsaría un modelo de gestión privada de todos los aeropuertos, con el fin de buscar la eficacia y eficiencia de todo el sistema aeroportuario, manteniendo el control público y la gestión de la navegación aérea.
Sin embargo, no concretó un porcentaje de participación de capital privado o si el proceso se realizaría en “bloque” o a través de “lotes”. A este respecto, el programa electoral del PP se comprometía a redefinir el modelo de gestión aeroportuaria, acometiendo la “liberalización del sector sobre la base de una gestión en competencia bajo supervisión pública”.
