Miles de griegos salen a las calles de Tesalónica durante la visita de la 'troika' a Grecia
TESALÓNICA (GRECIA), 8 (Reuters/EP)
Miles de personas protestaron el sábado en una feria anual en Tesalónica, la segunda mayor ciudad de Grecia, en contra de una nueva ronda de recortes de salarios y pensiones exigidos por prestamistas internacionales a cambio de ayuda financiera para evitar la bancarrota del país.
La manifestación de alrededor de 15.000 sindicalistas y activistas de izquierda ha sido la primera gran protesta contra un paquete de austeridad de casi 12.000 millones de euros que está preparando el primer ministro, Antonis Samaras, para apaciguar a los inspectores de la Unión Europea y del Fondo Monetario Internacional que llegaron ayer a Atenas para revisar el avance de las reformas griegas.
Unos pocos manifestantes quemaron banderas de la Unión Europea, mientras que otros lanzaron sandías en apoyo a los atribulados agricultores, pero más allá de de eso las protestas se desarrollaron sin incidentes ante la mirada de cerca de 3.500 policías.
Grecia vive su peor crisis económica de la posguerra que ha dejado desempleadas a casi una de cada cuatro personas, que ha elevado los niveles de pobreza y cerrado miles de negocios.
Samaras hizo sólo una breve aparición para inaugurar el evento y defender los recortes planeados en vez de realizar el discurso anual de política económica que solían hacer sus predecesores.
“Estamos tratando de minimizar el dolor de los recortes tanto como sea posible, pero tenemos que hacer recortes porque no hay otro camino”, declaró Samaras ante políticos y funcionarios locales. “Les estoy diciendo la verdad, no hay otro camino”, añadió.
El líder opositor Alexis Tsipras, jefe del partido radical de izquierda SYRIZA que se opine al rescate extranjero para Grecia, criticó a Samaras por su aparición de bajo perfil en el evento. “El primer ministro vino y se fue como un ladrón - quizás está avergonzado”, comentó Tsipras, quien participó en las manifestaciones.
Samaras se opuso al primer rescate de Grecia en el 2010, pero desde que llegó al poder en junio ha prometido llevar a cabo otra ronda de austeridad que el fatigado público griego siente que ya no puede aguantar.
Samaras y el ministro de Finanzas, Yannis Stournaras -un respetado economista-, han conseguido cautelosos elogios de sus homólogos europeos por rehusar a dar pie atrás en los recortes, pero se enfrentan a una creciente hostilidad en casa en la medida en que la depresión económica griega se intensifica.
El Gobierno, que espera conseguir otros dos años para implementar los recortes -programados para el 2013 y el 2014-, afirma que la economía griega se contraerá en más de un 7 por ciento este año.