El plátano empieza a remontar los precios con envíos semanales más cortos y menos ‘banana’ en la Península
El plátano de Canarias parece que, tras aterrizar en un rellano a principios de este año, ya ha podido coger algo de resuello y ahora se encamina a subir, aunque de forma lenta, los peldaños que lo conduzcan a la obtención de precios medios liquidados al agricultor isleño que puedan ser remunerativos: los que permiten que se cubran los costes de la producción agrícola, descontados previamente todos los demás (empaquetado y comercialización, entre otros) y valores que se hallan en la horquilla de 0,70 a 0,80 euros por kilo para la fruta recolectada en las islas.
Según los registros oficiales servidos semanalmente por el Ministerio de Agricultura acerca de los precios medios que se percibirán en origen (el agricultor) por la comercialización al por mayor y en verde del plátano de Canarias, estos han experimentado un incremento en las dos últimas semanas con datos en torno a 10 céntimos de euro por kilo, lo que significa que, para las semanas cinco y seis de este año, las del 27 de enero al 2 de febrero y del 3 al 9 de este último mes, se han logrado valores medios a liquidar al agricultor de las islas, lo que podrá recibir o ingresar este productor descontados los costes que no son propiamente agrícolas (de fuera de la finca), entre los 0,55 euros por kilo para la semana cinco y los 0,56 para la primera semana completa de este mes de febrero, que es la seis.
Esos dos promedios indican que la subida habitual de los precios abonados en origen se halla en unos 10 céntimos por kilo respecto a la parte de la cotización percibida por el agricultor en el mes de diciembre o las primeras semanas de enero pasado, entonces en niveles de 0,45 euros por kilo.
En febrero de este año, en pleno invierno, la cotización del plátano canario en casi su único mercado exterior, el de la Península española y Baleares, junto con las partidas que llegan a Portugal, empieza a salir del letargo reconocible durante prácticamente dos años seguidos, con un 2023 para olvidar del todo y un 2024 también de ruina, pero con algunos meses salvables; o sea, mejor que su precedente.
La actual situación del mercado de la fruta estrella que se cultiva en Canarias tiene que ver, según fuentes consultadas en el sector, con dos factores que siempre se interrelacionan: la marca semanal de embarque a la Península desde Canarias ya se ha colocado en algo menos de siete millones de kilos, un millón por debajo de lo más habitual hasta hace nada, y la banana, el género equivalente que compite con la fruta canaria, también escasea.
La combinación de esas dos circunstancias en el mercado principal de destino de la fruta isleña está impulsando la mejora de las cotizaciones al por mayor y en verde, en primera transacción, en las últimas semanas. Ello, y todo el mundo ahora mismo lo da por hecho en Canarias, va a permitir a los cosecheros locales que por fin se les liquide su fruta a precios más cercanos al nivel remunerativo, y no como hasta ahora, que en muchos de los casos los valores medios ingresados por kilo producido al agricultor no daban ganancias ni sumando la ayuda directa de la UE, con un máximo de 0,33 euros por kilo si se comercializan al año 420 millones de kilos. Si son más, como ha ocurrido en 2023 y 2024, ese subsidio se prorratea y también hay pérdida de ingresos por esta segunda vía, aunque aún leves.
La marca de embarque aprobada para la semana pasada, la siete, ya se situó en 6,84 millones de kilos, pero es que la comunicada por el Comité de Comercialización de la entidad Asprocan para la actual, la del día 17 al 23 de febrero (semana ocho), es aún menor, con 6,81 millones de kilos.
Con esas cantidades expedidas y exportadas, el comportamiento de los precios es ahora alcista, algo a lo que sin duda está ayudando, y bastante, que también falte banana, la fruta de importación que compite con el plátano isleño, sobre todo con origen en Centroamérica y África occidental.
Eso sí, queda por ver si este es el inicio de un periodo de vacas gordas, y lo más importante: ¿cuánto podrá durar, si así se confirmara? En 2023, no lo hubo, y en 2024, solo tuvo una presencia de tres a cuatro meses. La vaca llamada plátano está engordando, sí, pero aún es prematuro saber hasta cuándo, qué peso alcanzará y durante cuánto tiempo lo podrá mantener sin verse abocada de nuevo a los continuos y cada vez más habituales adelgazamientos.
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