La Gran Cata de Vinos de Canarias 'Descorcha Canarias with Canary Wine' celebra con gran éxito su primera edición
La mañana dl sábado 6 de julio decenas de personas se congregaron en siete bodegas de Tenerife asociadas a la DOP Islas Canarias-Canary Wine para conocer de manera divertida y cercana lo que se esconde detrás de una botella de vino -su historia, sus cualidades y, sobre todo, a sus elaboradores- en la primera edición de la Gran Cata de Vinos de Canarias Descorcha Canaria with Canary Wine.
Pasadas las 11.00 de la mañana, los asistentes comenzaron a llegar a las fincas de las bodegas participantes (El Lomo, Tajinaste, Ferrera, Monje, El Sitio, Viñátigo y Viña Zanata), donde fueron recibidos por los propios propietarios y enólogos para iniciar la visita a las instalaciones. Durante el recorrido, se pudieron conocer las viñas, cómo se cultiva la vid, las salas de fermentación e, incluso en algunos casos, cómo se realiza el etiquetado de las botellas. Además, los visitantes pudieron degustar deliciosas tapas seleccionadas para acompañar la cata de vinos de cada bodega, unos caldos excepcionales y muy singulares por la mineralidad de los suelos y la evolución histórica de las vides en Canarias.
El gerente de Bodega El Lomo, Borja de Mesa, explicó a quienes se acercaron a esta bodega localizada en el municipio de Tegueste que Canarias, que se salvó junto a Sudáfrica, Chile y Australia de la epidemia de filoxera del siglo XIX, reúne una enorme variedad de uvas, muchas exclusivas de las Islas. En las viñas de El Lomo se cultivan 21 variedades diferentes, como la malvasía rosada o el listán negro, y todas ellas de pie franco, como en el resto de Canarias; es decir, de la misma planta de raíz a tronco, sin injertos.
Por su parte, el propietario de Bodegas Viñátigo, Juan Jesús Méndez, indicó que en el Archipiélago existen 83 variedades diferentes de uvas por las particularidades de nuestro suelo y de nuestro clima. “En espacios muy pequeños”, apuntaba en este caso Felipe Monje, propietario de Bodegas Monje, “hacemos mucha variedad de vinos, únicos en el mundo”. De hecho, en esta bodega de El Sauzal, se producen alrededor de 100.000 y 150.000 botellas de 14 vinos diferentes al año, entre los que llama la atención un vino submarino macerado a 20 metros de profundidad.
Estas bodegas combinan las últimas tecnologías con el mimo artesanal de sus viñas, que se cultivan respetando su entorno y los suelos.
En ese sentido, según cuenta Valeriano Amador, responsable de las viñas de Bodegas El Sitio, en esta finca de Tacoronte no emplean abonos químicos ni pesticidas con el fin de respetar al máximo las variedades de uvas y sus características.
Además, vinos como los de Bodega El Lomo o Bodegas Ferrera (Arafo) son aptos también para veganos.
Éxito de participación
Con la práctica totalidad de las entradas agotadas, esta primera edición ha sido, en palabras de Borja de Mesa, gerente de Bodega El Lomo, un “éxito”. “Creo que este proyecto debe crecer y repetirse, porque visibiliza el trabajo en la bodega y permite el contacto directo con el bodeguero y con el terroir”.
Para Francisco González Yanes, propietario de Bodegas El Sitio, este tipo de iniciativas son “interesantísimas” porque el visitante se convierte en “amigo” y en portavoz de las bondades del vino canario. “Aunque estemos en la misma Denominación de Origen, somos vinos distintos, diferentes suelos y maneras de cultivar. Y este evento demuestra lo interesante y lo valiosa que es la viticultura en Canarias”.
Y, precisamente, en el valor de esa cultura hace hincapié Juan Jesús Méndez, de Bodegas Viñátigo, quien afirma que se debe dar importancia al vino como un elemento de información y de educación. “El vino es cultura y hay que tratarlo como tal”.
Maridajes y música
Los asistentes las Bodegas Ferrera pudieron disfrutar de las ricas tapas elaboradas para la ocasión por Pastelería Díaz: un atún ahumado con salsa de cítricos sobre guacamole y unas albóndigas de cochino. Para acompañarlas, se cataron el Ferrera blanco ecológico, el blanco seco Momentos y el tinto Ferrera Legendario. Todo ello amenizado con los sonidos del Grupo Talismán, que hicieron olvidar la lluvia del exterior. “Donde hay vino y música no hay tristeza nunca”, señaló Carmen Gloria, propietaria de la Bodega.
El equipo de Bodega El Lomo, en Tegueste, decidió ofrecer un recorrido en varias etapas, combinando en cada parada el maridaje, la música e, incluso, las acrobacias. En la terraza de la bodega, los asistentes disfrutaron de la primera tapa elaborada por Garpe Diem, restaurante de comida ecológica y de kilómetro cero. El plato, un ceviche de frutas, se sirvió junto a un vino Listán Blanco en el Patio de Vendimia, donde hubo también una actuación de baile. En la siguiente parada, ya en el interior de la bodega, degustaron una tosta de vendimia con caballa marinada y crema de queso ahumado de La Palma acompañada de una copa de vino en rama de listán negro.
Allí también contuvieron el aliento ante las acrobacias en el aire de África, de la empresa Volatika. En la sala de catas, la papa asada con cochinillo negro acompañó al vino tinto varietal 2017. En este caso, la voz de la cantante francesa Celine fue la encargada de cerrar las actuaciones de esta jornada en Bodega El Lomo.
En el caso de Monje, ellos mismos prepararon las tapas, algunas de ellas con ingredientes de su propia huerta. Para abrir boca, los visitantes de esta bodega, enclavada en el norte de Tenerife, cataron el tinto de maceración carbónica Monje maridado con brochetas de pulpo y mojo de azafrán. Seguidamente, degustaron una tortilla de papas con cochino negro, chicharrones y mojo junto a una copa de Monje listán negro. Para acabar el maridaje, Monje despidió Descorcha Canarias con un quesillo con virutas de bizcocho de vino y con una copa de su delicioso Moscatel. La música, standards de jazz, clásicos del pop y boleros, corrió a cargo de Esther Ovejero, magistralmente acompañada del contrabajista Felu Morales y de Eliseo Llodera a la guitarra.
Bodegas El Sitio, que comenzó su andadura en el año 2012, invitó a sus visitantes a degustar dos sabrosas tapas creadas por el Restaurante La Sandunga de Tegueste. La primera de ellas, una empanadilla de bonito con encebollado, puré de batata y salsa de tomate, acompañó una copa de vino El Sitio Vijariego Negro 2016, elaborado con uvas procedentes de su finca de El Pinar (El Hierro). Después se dio paso al vino fresco y afrutado Malvasía Aromática, que fue maridado con una tapa de ceviche de dorada marinada en leche de tigre y ensalada de aguacate, batata, tomate y choclo. Amenizaron casi toda la visita las versiones country del folclore canario de Fran Baraja y su banda, que hicieron bailar y cantar a más de uno.
En Bodegas Viñátigo el Restaurante japonés Izakaya ofreció seis tapas a los visitantes: makis de foie, makis de salmón picante, makis vegetarianos, nigiris de calamar, nigiris de atún rojo y nigiris de pescado blanco y sisho. Viñátigo, por su parte, invitó a tomar una copa de sus vinos Vijariego blanco y Tintilla y de sus Elaboraciones Ancestrales. Todo acompañado de la música en vivo de Jazz Standard Trio.
Bodegas Viña Zanata Viña Zanata, ubicada en La Guancha, ofreció a los asistentes cinco tapas y cinco vinos diferentes: un vino blanco Marmajuelo maridado con gamba roja de Palamós a la plancha, un vino blanco afrutado con zamburiñas gratinadas con salsa parmesano, una copa de vino rosado acompañado de arroz caldoso de carabineros, un tinto tradicional junto a pluma ibérica y, por último, un vino de la variedad tintilla maridado con una tapa de lomo alto. Todas las tapas fueron elaboradas por el Restaurante La Pescadería y se disfrutaron con la música del grupo Baby Black.
En Bodegas Tajinaste, situada en La Orotava, los asistentes pudieron disfrutar de hasta cinco tapas creadas por el Restaurante Baggerman y cuatro vinos diferentes. Entre ellos, un tartar de salmón con naranja dulce y cebollino; un perrito caliente de cabra, con mojo rojo, queso de oveja y miel de palma; y brochetas de solomillo de cerdo con papa negra. Para acompañar estas tapas, se sirvieron dos vinos blancos secos -Tajinaste y Paisaje de las islas- y el vino rosado Tajinaste. La nota musical la puso el grupo ChaCha Swing.
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