Lo que Fuerteventura se perdió
Cáceres es al Womad lo que el Womad es a Cáceres. Después de 26 años de fidelidad mutua, la ciudad extremeña y el festival que preside Peter Gabriel renovaron la semana pasada su identificación plena con cuatro días de actividades en los que se batieron los records de participación de cualquiera de las ediciones anteriores.
Lo había previsto la junta de seguridad, que pese a los avisos de lluvias durante el fin de semana, organizó un operativo pensado para más gente que de costumbre. La cancelación del Womad de Canarias, celebrado estos tres últimos años en Fuerteventura, condujo a unos cálculos que no fallaron. A cambio de este festival, Fuerteventura ha organizado con dinero público una media maratón por la arena a través de una multinacional francesa que cobrará más de 1.000 euros a cada corredor.
Bastaba con poner la oreja en cualquier esquina de la ciudad monumental de Cáceres, entre la Plaza Mayor y la de Las Veletas, entre San Jorge y Santa María, en la Filmoteca o en Casa Pedrilla para comprobar que hasta esta ciudad menos de 100.000 habitantes habían venido personas de muchas partes de España y del extranjero. Algunos de ellos seguidores fieles del festival.
La Policía calculó que de jueves a domingo una afluencia de 150.000 personas, un cálculo realizado mediante la triangulación de teléfonos móviles conectados a las antenas de la zona, lo que dejaría fuera a los niños y a aquellos que todavía no estén asidos a un cacharro de estos.
Volvieron a quedar de manifiesto las constantes de este festival, tanto en lo que respecta a la amalgama de generaciones que se dan cita en él, como a la variedad y riqueza de estilos que componen uno de los carteles más hermosos de cuantos han pasado por los escenarios cacereños. Incluido uno dedicado a la creación musical extremeña, en la plaza de Santa María, patrocinado por el Instituto de la Juventud de la Junta de Extremadura, con algunos hallazgos muy significativos.
La lluvia obligó a algunos ajustes, no tantos como hubiera cabido temer, pero no retrajo ni al público ni a los artistas. Bandas como la que lideró el genial Earl Thomas, estrella norteamericana del panorama actual del soul, se desenvolvieron a la perfección incluso bajo la pequeña carpa que cubría el escenario de San Jorge. El mismo escenario que ocuparon los hermanos Cubero con su particular lectura bluegrass de las jotas de La Alcarria, llamadas a sonar (de pago) el próximo mes de junio en Primavera Sound de Barcelona.
Un cartel que, por supuesto, no olvidó a África gracias a figuras como el nigeriano Orlando Julius y sus The Heliocentrics o el nigerino Bombino (Níger Omara Moctar), que hizo soltar las primeras chispas en el escenario de la Plaza Mayor cacereña ante varios miles de espectadores la noche del sábado.
La aportación más británica llegó de la mano de bandas como Transglobal Underground y AKA Gorge, auténtico torbellino sobre el escenario respaldado por un poderoso acompañamiento electrónico. Sin olvidar a los veteranos The Brand New Havies con sus más sonados éxitos bailongos plasmados genialmente con su refinado estilo funky británico.
Como siempre, decenas de niños y de adultos se apuntaron a los talleres y a otras actividades paralelas muy llamativas como Mundo de las Palabras, una experiencia que contó con ocho actos referidos a esa unidad léxica en sus distintas modalidades de expresión, incluida la bailada.
Casa África hizo su aportación a la causa con un ciclo de cine que contó con tres proyecciones en la Filmoteca de Cáceres, y una exposición que bajo el título de Artivismo, mostró los carteles reivindicativos diseñados y divulgados en la década de los 70 por el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica.
Todo Cáceres se vistió durante cuatro días con los colores del festival Womad. Todo lo invadió Womad, incluida la unanimidad de las autoridades de todas las administraciones implicadas en este acontecimiento anual que supera en público cualquier otra manifestación que se organiza en la región.
Mientras, en Fuerteventura, la isla que Womad abandonó por el desinterés de su Cabildo, a cuyo frente se encuentra el nacionalista Marcial Morales, ha preferido apostar en su lugar por una carrera organizada por una entidad privada francesa que cobra 1.190 euros por inscripción a cada corredor. Para ello, el Cabildo ha pedido a la Consejería de Turismo y Cultura del Gobierno de Canarias que le mantenga la subvención que otorgaba a Womad, 150.000 euros, para destinarla a esta actividad junto a la partida -aún desconocida- que dedicará a ella la Corporación insular.