El Patronato del Parque Nacional tendrá la última palabra sobre la solución de El Rejo
La última palabra sobre la apertura de la carretera de El Rejo será tomada por el Patronato del Parque Nacional de Garajonay. En este ámbito se elegirá la mejor opción basada en criterios de seguridad y de respeto al medio ambiente. El pasado jueves tuvo lugar una reunión de la Permanente del Parque en la que se analizó el problema surgido en esta vía que permanece cerrada de finales del pasado año a causa de los importantes desprendimientos registrados.
La permanente del Parque Nacional acordó proceder contratar los servicios de especialistas con amplia experiencia internacional en la estabilización de taludes en lugares de dificultad extrema. De esta manera será posible disponer de un segundo diagnóstico y que se pongan sobre la mesa nuevas alternativas. El Cabildo acordó la instalación de señales.
La previsiones son que los especialistas lleguen a la Isla la segunda semana de abril, justo cuando se convocará el Patronato del Parque Nacional. El informe de esta entidad además de preceptivo es vinculante. Los miembros del Patronato serán informados de las diferentes posibilidades de actuación y sus consecuencias y seleccionará la propuesta que se considere más adecuada. Desde el Cabildo se pide la comprensión de todos los ciudadanos y se recuerda que los senderistas y vehículos ya tienen la posibilidad de acceder a las fincas y disfrutar de los espacios próximos a la zona de los desprendimientos.
Desde la institución insular se indica que el retraso producido en la apertura de la carretera obedece a la dificultad que entraña la adopción de soluciones con garantías suficientes, tanto desde el punto de vista de la seguridad como del medio ambiente. “Debe entenderse por parte de las personas directamente perjudicadas por el cierre, que el problema no se resuelve con una simple limpieza de la vía, porque continuamente vienen sucediéndose nuevos desprendimientos de enormes proporciones, con movilización y deposición masiva de grandes rocas y escombros sobre la calzada y su entorno”.
A ello se une que el estado de la ladera es de una gran fragilidad lo que origina nuevos desprendimientos. “En consecuencia, la apertura de la vía no podrá realizarse hasta tanto no se garantice la necesaria estabilización de la ladera que procure la seguridad de los usuarios”.
Las tareas revisten una gran complejidad. Las soluciones propuestas pasan por la limpieza y eliminación de los materiales sueltos en riesgo de desprenderse y la colocación de bulones o anclajes, barras de acero que se introducen en la roca para aportar resistencia a su sostenimiento y que se acompañan de la colocación de mallas. La ejecucion de estas actuaciones es complicada porque las zonas de trabajos están situadas a gran altura, en lugares muy inestables, lo que afecta a las medidas de seguridad de los trabajadores especializados en este tipo de labores verticales. También dificulta la colocación en los lugares apropiados, de la maquinaria necesaria para la perforación, que en principio, por lo desgastado de los materiales rocosos parece que debe ser bastante profunda.
Los problemas técnicos han sido cuidadosamente evaluados y analizados por especialistas contratados por el Cabildo quienes propusieron medidas que, sin embargo, desde el punto de vista ambiental resultan agresivas. Y es que darían lugar a una afección paisajística y medioambiental por la cantidad de paisajes afectados y el importantísimo valor de conservación de la vegetación y los bosques y paisajes que se pondrían en riesgo.
Hay que tener en cuenta el valor de conservación de la vegetación y los bosques emplazados en estas cresterías que, al estar continuamente humedecidas por las nieblas, albergan una notabilísima cantidad de especies de plantas raras y amenazadas. Además, constituyen uno de los hábitats más singulares de Canarias, que únicamente se encuentran en estos riscos de La Gomera y en el Macizo de Anaga.
Estas especies se sitúan dentro del Parque Nacional que tiene la misión legal de protegerlas y buscar otra alternativa no tan lesiva desde el punto de vista medioambiental. Para evitar que los problemas se reproduzcan en el futuro se considera necesario adoptar una adecuada estrategia general, evitando la acumulación de intervenciones inadecuadas desde el punto de vista medioambiental y paisajístico.