Recuperar la hemeroteca oral y en verso de La Palma antes de que se pierda
La hemeroteca oral de La Palma, en forma de décimas, está en peligro de desaparecer si no se toman medidas para preservarla, como las que está llevando a cabo la antropóloga local Alexandra García, quien se ha propuesto recopilar todos los poemas posibles antes de que el tiempo los borre de la memoria colectiva.
La décima, un tipo de estrofa de diez versos octosílabos de rima consonante, ha sido durante mucho tiempo una expresión del folclore canario, transmitida de generación en generación a través de la oralidad, aunque, con el paso del tiempo, estas expresiones culturales corren el riesgo de perderse si no se registran y preservan adecuadamente.
El proyecto de García busca no solo rescatar estas décimas, sino también hacer que la información que contienen sea más accesible tanto para los residentes locales como para los turistas.
Desde la creación de un audiolibro, hasta rutas temáticas por los municipios basadas en las décimas, las posibilidades son amplias para aprovechar este legado cultural e histórico.
“La décima ha pasado desapercibida porque es patrimonio inmaterial, no es algo que se pueda tocar, y por lo tanto es más complicado comercializar con ella”, señala García, que considera que “su valor va más allá de lo tangible, ya que estas composiciones reflejan las creencias, costumbres y vivencias del pueblo canario a lo largo del tiempo”.
A través de la recopilación de décimas, se pueden rescatar no solo palabras y expresiones que han caído en desuso, sino también historias y tradiciones que de otro modo se perderían en el olvido.
“Por ejemplo, hay algunas palabras como ‘avisero’ que quizás la mayoría no entendemos, pero si le preguntamos a nuestros abuelos seguro que ellos saben que es la parte de un terreno en la que hay más sombra que sol”, explica la antropóloga.
Desde eventos históricos hasta detalles cotidianos de la vida en la isla, las décimas ofrecen una ventana única al pasado de La Palma desde el punto de vista de los propios habitantes del municipio, “evitando lo que en antropología denominamos la otredad, que es que otros sujetos, como el funcionario, el conquistador o el historiador sea quien escriba los hechos”.
Entre los eventos más destacados y mejor documentados en décimas está la erupción del volcán de San Juan en 1949 y la riada de 1957 en Las Breñas, ya que se imprimieron en forma de “pasquines” y se vendieron para recaudar fondos para los damnificados.
Con el apoyo adecuado, este proyecto podría no solo conservar patrimonio cultural, sino también convertirse en una herramienta para la promoción turística de la isla, ya que según explica García, “una vez documentado se pueden llevar a cabo proyectos muy interesantes de diversificación turística a partir de rutas guiadas por las décimas de cada municipio”.
Entre las fuentes que ha encontrado Alexandra está Pascasio, de 92 años natural de Garafía, que cuenta con un archivo mental de décimas que ha escuchado y, sin saber cómo, es capaz de recitar sin pausas.
Según Pascasio, los decimistas eran “gente sin estudios, unos bohemios que iban de municipio en municipio contando y cantando las historias para ganarse unas perras o un lugar en el que hacer noche”.
En su memoria tiene décimas de “hace más de 40 años”, como el Canto a La Palma que lleva consigo en su cartera, pero también décimas contemporáneas que ha escuchado en sus círculos de amigos.
“Un tal Rocha le quitó unas décimas al Tajogaite, e incluso al presidente del Gobierno le escribió:
Qué dice tu presidente y el mío,
ya estuvo en siete ocasiones,
con promesas de millones y el cajón sigue vacío.
Yo en él así no confío,
me parece un charlatán,
pregúntele a los que están con el corazón más roto,
que vino a hacerse la foto y se olvidó del volcán“.
Pero Pascasio no se queda ahí, y cuestionado por su opinión ante el proyecto de la antropóloga Alexandra García de recopilación de décimas, se arranca a improvisar, y recita:
“Versos que el viento acaricia,
en Canarias se despliegan,
historias que no se niegan,
a ser parte de la delicia.
Alexandra con pericia,
rescata con devoción,
la décima, tradición,
que el tiempo casi desvanece.
Su labor nunca perece,
¡Es un canto al corazón!“
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