La arena de la playa de la capital tupe la desembocadura del barranco de Zamora
La arena de la playa de Santa Cruz de La Palma, arrastrada por los vientos alisios, ha tupido la desembocadura del barranco de Zamora, situada frente a la sede principal del Cabildo, en la Avenida Marítima de la capital. Antonio Campana, un vecino de la zona, ha mostrado su preocupación por las inundaciones y malos olores que, si no se desentulla, puede provocar cuando llegue el invierno, sobre todo, en la Calle Real, Calle Trasera y zona del Cabildo. Las fotos, señala, las realizó el pasado lunes, 9 de agosto.
Advierte que el barranco “se encuentra totalmente taponado, obstruido, atascado, cegado y atorado, debido a que los vientos alisios han hecho su trabajo y lo han entullado hasta arriba”. Pide “a quien corresponda que haga algo y pronto”. Subraya que “ahora estamos a tiempo” y “es urgente”.
Explica que el barranco de Zamora es uno de los ocho de Santa Cruz de La Palma que desembocan en el mar. De sur a norte: primero, barranco de La Portada o del Risco segundo barranco de Degredos; tercero barranco de Zamora, cuarto barranco de Los Dolores, quinto barranco de las Nieves, sexto barranco del Carmen, séptimo barranco de Los Gomeros, y octavo barranco Seco.
El barranco de Zamora “es el de menos entidad de los ocho, aunque no menos importante. En 1594 (s. XVI) ya aparecía reflejado en los planos del ingeniero militar Leonardo Torriani, encargados por el Rey Felipe II, para la fortificación de la Islas Canarias. También aparece en la Nobilissima Palmaria Civitas, plano alzado de Santa Cruz de La Palma (s. XVIII) conservado de la Sociedad Cosmológica, y autor anónimo”.
El barranco de Zamora, añade, “nace en Breña Alta a la altura de la fábrica de Tabacos La Rica Hoja, aunque diría que antiguamente era un poco más arriba. Baja por Calcinas a la altura de la Iglesia, continúa por la curva cerrada de Timibúcar, una vez ahí es canalizado en algunas partes, para continuar, hacia las escaleras junto a las canchas del Instituto Masculino, para seguir paralelo a la Cuesta Matías, y desemboca en el mar justo enfrente del puerta del Cabildo. Todo eso con una longitud de unos 1,6 kilómetros de recorrido aproximado, con magnificas cascadas y saltos de agua”.
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