Herida de muerte

Sede de la Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma.

Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma

Los Llanos de Aridane —
18 de diciembre de 2020 11:43 h

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Después de lo que hemos podido leer en la prensa, al enterarnos cómo será la adjudicación de las próximas subvenciones que se concederán por el Cabildo Insular de La Palma, que hasta la fecha se recibían de forma directa y nominativa, y que ahora pasarán a ser por concurrencia competitiva, hemos quedado en estado de shock. Ello condenaría a las asociaciones sin ánimo de lucro, como es el caso de la nuestra, La Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma (Adfilpa), prácticamente a desaparecer al dejarnos heridos de muerte por este cambio repentino y traicionero.

En una época de crisis sanitaria mundial, como es el de la COVID-19, con una demanda creciente de los recursos ofrecidos por las asociaciones sin ánimo de lucro, donde muchos de los usuarios cuentan única y exclusivamente con esta ayuda, se acuerda ahora sin contar con la opinión de las asociaciones palmeras y sin margen de maniobra, cambiar el sistema de la noche a la mañana. De este modo, éstas verán cómo con la lenta tramitación ordinaria por concurrencia competitiva, unido a la sobrecarga de trabajo existente en el Cabildo Insular de La Palma por la propia crisis sanitaria, supondrá retrasar la disposición efectiva de los recursos económicos durante demasiados meses, por lo que entendemos que determinaría el final de nuestra asociación.

En Adfilpa contamos con los servicios de un arquitecto técnico, este servicio, en tal caso, desaparecía, aún siendo para nosotros una prestación primordial en la lucha contra las barreras arquitectónicas, y esta lucha es uno de nuestros principales objetivos de existencia. Además, teniendo en cuenta que somos la única asociación palmera que representa este colectivo. Labor que llevamos desarrollando desde el año 2005, en defensa de las personas con discapacidad física y con movilidad reducida y que todavía en nuestros tiempos resulta imprescindible debido a la falta de conciencia y al incumplimiento de la normativa de accesibilidad. Adfilpa además, lleva trabajando desde hace 15 años con un convenio subvencionado anualmente por el Cabildo Insular de La Palma, que ha permitido mantener las puertas abiertas, contando con dos perfiles profesionales: gerente y trabajadora social, quienes tienen la responsabilidad de buscar y gestionar los recursos y proyectos necesarios destinados a mejorar la calidad de vida del colectivo al que representa. Sin éste, la asociación no podría mantener su actividad diaria, al no tener técnicos que puedan gestionar los proyectos y organizarlos, algo inaceptable y muy lamentable para Adfilpa y para sus socios beneficiarios. No nos olvidemos que la Asociación de Discapacitados Físicos de La Palma anualmente, en esa búsqueda de recursos económicos ha mantenido anualmente una media de 12 puestos de trabajo dando la oportunidad a que esos profesionales trabajen, prestando servicios vitales y esenciales para los socios y socias, como ayuda a domicilio, fisioterapia, asesoramiento legal, social, de supresión de barreras arquitectónicas, etc. y que sin este proyecto anual financiado por el Cabildo Insular de La Palma, se perderían tanto los servicios prestados a los socios beneficiarios, como estos puestos de trabajo, viéndose deteriorado a su vez el estado de bienestar físico, mental y social de los usuarios.

Difícil llegar a entender, cómo en tiempos tan difíciles, una institución pública, que debería fomentar lo que precisamente defendemos desde Adfilpa: autonomía, inclusión social, bienestar físico y mental, etc., fomenta el desamparo, potenciando situaciones de vulnerabilidad entre el colectivo de personas con discapacidad que afecta tanto a los propios usuarios, como a sus familiares. Nos encontramos heridos de muerte, ante un barco a la deriva sin salvavidas.

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