El actor Emilio Gutiérrez Caba dedica el premio del Festival de Sitges a La Palma

El actor Emilio Gutiérrez Caba, que este sábado ha recibido el Premio Nosferatu del Festival de Cine de Sitges por su trayectoria dentro del género fantástico, ha dedicado el galardón a la isla de La Palma y a sus pobladores porque “ellos sí que saben lo que es el terror”.

El veterano actor ha recogido el premio en una gala celebrada en el Auditorio del Festival repleto de aficionados al cine, que se han puesto en pie para recibir al actor y le han dedicado un largo y cálido aplauso.

“Es muy emocionante para una actriz o para un actor recibir un premio -ha reconocido el intérprete de La caza- y yo no tengo un momento de gloria como éste desde que recibí el Goya hace veinte años por La Comunidad”.

“Quiero dedicarle este premio a la isla de La Palma y a sus habitantes -ha añadido-, que están sufriendo el terror de la naturaleza desatada ”.

“También quiero dedicar este premio a una persona que he conocido este año, que ahora está en el extranjero y que me ha ayudado mucho”, ha agregado misterioso.

Emilio Gutiérrez Caba es una leyenda de cine español que lleva 60 años en activo y que, durante todo este tiempo, ha tocado todos los géneros, pero el Festival de Cine de Sitges ha querido premiarlo por sus fructífera relación con el cine fantástico.

Su primera incursión en el terror fue la historia de amor de ultratumba con el personaje de la actriz Dyanik Zurakowska en “La llamada”, un filme de 1965, muy anterior y muy diferente a la película con el mismo título que triunfó hace cuatro años.

Entre 1966 y 1967 apareció en tres capítulos de la icónica serie “Historias para no dormir” de Chicho Ibáñez Serrador: “El cuervo”, “La sonrisa” y La espera.

Posteriormente su relación con el género continuó con películas de culto como Estigma (1980), Viaje al más allá (1980) y Memorias del ángel caído (1997).

En 2001 recibió el Goya como mejor actor secundario por La comunidad y a sus 79 años de edad sigue en activo y todavía está a tiempo de dar más alegrías a los amantes del género fantástico.