Belmaco permitirá saber cómo ha cambiado el tiempo

Martín Macho / Martín Macho

Con el material que se ha recogido recientemente durante la limpieza y perfilado de la estratigrafía del yacimiento de Belmaco que se conocía desde 1974 y la que dejó al descubierto las abundantes precipitaciones registradas en marzo de este año, se llevarán a cabo investigaciones arqueológicas que permitirán saber cómo ha cambiado la vegetación y el clima a lo largo de los últimos 1.500 años, así como la alimentación de los primeros pobladores de la Isla. Las citadas muestras, recopiladas por el equipo de arqueólogos de la Universidad de La Laguna, dirigidos por los profesores Juan Francisco Navarro Mederos, Mauro Hernández Pérez y Efraín Marrero Salas, serán sometidas por primera vez a estudios de panilogía, antracología y sedimentología, señaló a LA PALMA AHORA Jorge Pais, jefe de la Unidad Insular de Patrimonio Histórico. Es decir, serán estudiados los restos fósiles de polen y esporas vegetales y, asimismo, se realizará una identificación botánica de los vestigios de carbones y maderas encontrados en el entorno de Belmaco, considerado como una de las estaciones prehispánicas más importantes de Canarias.

Jorge Pais explicó que el trabajo, en una primera fase, ha consistido, como se ha informado, en la limpieza y regularización de la estratigrafía de las reseñadas vetas arqueológicas. A continuación se hará para la Dirección General de Patrimonio del Gobierno de Canarias una memoria de la labor realizada y, en la segunda parte del proyecto, se efectuarán estudios más precisos del material y muestras recopilados para conocer su evolución desde el punto de vista climático y botánico.

El mencionado equipo de arqueólogos de la Universidad de La Laguna llevó a cabo en septiembre el aludido trabajo de campo en el entorno de la Cueva de Belmaco, justo en el nuevo yacimiento que apareció tras las lluvias del pasado invierno. Con los datos que se obtengan en este sondeo se espera confirmar asimismo la fecha exacta de la primera arribada a La Palma, o a esa parte de la Isla, de los benahoaritas.

La nueva veta arqueólogica localizada tras las intensas lluvias del mes de marzo del año en curso en Belmaco tiene un espesor de entre tres y cuatro metros. La aludida capa de terreno está por debajo de la anterior y, en consecuencia, es más antigua. Pais apuntó que las muestras de estos sedimentos, en una segunda fase, serán datadas con carbono 14. “Lo bueno de estos estudios”, comentó, “es que nunca se sabe lo que nos vamos a encontrar”. En este caso, apuntó, “podemos estar hablando de la fecha exacta de la primera arribada a la Isla de los benahoaritas” situada, según las hipótesis más barajadas, en torno al siglo II antes de Cristo.

Los materiales encontrados el pasado mes de marzo en una primera inspección superficial (fragmentos de cerámica, basalto y huesos) tienen una antigüedad que va desde los 300 a los 800 años antes de Cristo. Este importante hallazgo, expuso por aquellos días Navarro Mederos, “nos da la oportunidad de hacer una pequeña excavación arqueológica que ayude a saber qué fue exactamente Belmaco, para qué sirvió y qué cosas se hicieron aquí, porque las excavaciones que se han realizado hasta ahora son de 1960 y de la década de los 70, y utilizaron unas técnicas y procedimientos de análisis que hoy en día están superados por otros más avanzados, que quizá nos permita tener muchísima más información de la que disponemos en estos momentos ”.

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