“El derecho a la vivienda ha muerto, pero nosotros creemos en la resurrección”

Concentración llevada cabo este jueves en el atrio del Ayuntamiento  Santa Cruz de La Palma para reivindicar el derecho a la vivienda.

La Palma Ahora

Santa Cruz de La Palma —

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Un grupo de personas, en una concentración promovida por Cáritas Diocesana de Tenerife con motivo del Día Internacional de las Personas en situación de Sin Hogar, llevada cabo este jueves en el atrio del Ayuntamiento de Santa Cruz de La Palma, ha reivindicado el derecho a la vivienda. “El derecho a la vivienda ha muerto, pero nosotros creemos en la resurrección”, rezaba una de las pancartas que mostraban.

Durante el acto se ha celebrado de forma simbólica, a las 11.00 horas, el entierro del derecho a la vivienda, “una acción con la que la entidad pretende sensibilizar acerca de los graves problemas que existen actualmente vinculados a la exclusión residencial en Canarias”, se indica una nota de prensa de Cáritas Diocesana.

El año pasado, se señala en la nota, Cáritas Diocesana de Tenerife “atendió a 651 personas en situación de sin hogar a través de su programa de Inclusión Social; de ellas, 390 fueron acogidas en los diferentes recursos alojativos con los que contamos, una cifra que continuará al alza este ejercicio, donde se prevé que las personas atendidas y acogidas aumenten en torno a un 10%”.

El Programa de Inclusión Social de la institución diocesana, añade, “cuenta con ocho recursos alojativos (140 plazas), ubicados en los municipios de Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Puerto de La Cruz y Granadilla de Abona”. En ellos, “además de la cobertura de necesidades básicas, se ofrecen servicios de orientación, información y acogida; de atención psicosocial y educativa; asesoramiento jurídico y orientación laboral y formación para la mejora de la empleabilidad”.

Cáritas Diocesana de Tenerife “tiene más de 40 años de experiencia en el acompañamiento de personas en situación de sin hogar desde diferentes recursos (trabajo de calle, acogida, acompañamiento, servicios de día, dispositivos residenciales)”.

En una nota de prensa, indica que “personas desempleadas, familias monomarentales y perceptores de rentas mínimas” son “los perfiles más habituales de las personas que acuden a Cáritas Diocesana de Tenerife con problemas vinculados a la vivienda”.

Apunta que “esta se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la población canaria, como refleja el reciente informe Foessa sobre exclusión social en el Archipiélago. En concreto, dicho informe revela que el 68,1% de las personas en situación de exclusión social severa se encuentran afectadas por esta problemática”.

Con motivo del Día Internacional de las Personas Sin Hogar, agrega, “que se celebra este domingo, Cáritas Diocesana de Tenerife denuncia que el perfil de este colectivo ha cambiado a lo largo de los últimos años”. Para reivindicar la visibilidad del colectivo, se ha llevado a cabo “un simbólico entierro del derecho a la vivienda tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Santa Cruz de La Palma”.

En la capital tinerfeña, el acto concluyó con una concentración a las puertas del Instituto Canario de la Vivienda, donde varias personas participantes de los proyectos de Cáritas leyeron un manifiesto elaborado por ellas mismas.

En el mencionado documento se expone que se ha producido “un aumento de las familias que viven con una renta mínima, que realizan trabajos precarios o que trabajan en la economía sumergida para subsistir; o bien están percibiendo algún tipo de prestación económica (PCI, subsidio de desempleo, RAI, etc.)”. En este sentido, la institución católica “ha apostado por desarrollar proyectos específicos como Base 25, de prevención del sinhogarismo, y unidades móviles de atención en calle (UMAC) en el Norte y el Sur de Tenerife y en la isla de La Palma, centrado en el colectivo de personas en situación de sin hogar.

Base 25, explica, “que está financiado por el Cabildo de Tenerife, ofrece asesoramiento y un trabajo integral con las familias en riesgo de exclusión residencial por ejecución hipotecaria, desahucio por alquiler o desahucio en precario. El año pasado atendió a 329 familias y un total de 988 personas –392 menores-, a las que ofreció apoyo social y jurídico”.

Por su parte, “las unidades móviles de atención en calle (UMAC) atienden a personas en situación de sin hogar no institucionalizadas, que habitan a la intemperie, refugiándose en espacios públicos, en cuevas o asentamientos improvisados”. El proyecto, “que se inició en la isla de La Palma en 2017, se puso en marcha en el norte y el sur de Tenerife este último año, en el que dichas unidades móviles han atendido ya a más de 200 personas”.

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