El volcán Cumbre Vieja tiene “el mayor número de papeletas” para ser la próxima erupción de Canarias
El volcán Cumbre Vieja de La Palma emite diariamente a la atmósfera 911 toneladas diarias de dióxido de carbono (C02), unos resultados que se encuentran dentro de la normalidad pero confirman fluctuaciones significativas en el proceso de desgasificación durante los últimos cuatro años.
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), entidad impulsada por el Cabildo de Tenerife, finalizó la pasada semana la campaña científica del 2014 sobre emisión difusa de CO2 a la atmósfera por el volcán Cumbre Vieja (La Palma), indica el instituto científico en un comunicado.
Desde 1997 el grupo volcanológico del ITER materializa esta tipo de campañas científicas con una periodicidad anual, pero si se registrara un cambio de actividad volcánica en La Palma este tipo de campañas se ejecutarían con una frecuencia mensual o semanal.
Durante la campaña científica del 2014 se han realizado centenares de medidas de flujo difuso de CO2 distribuidas en los aproximadamente 220 kilómetros cuadrados de superficie del volcán Cumbre Vieja siguiendo criterios volcano-estructurales y de accesibilidad.
El registro del 2014 es inferior a los registrados para Cumbre Vieja en los dos años anteriores, aproximadamente 1.500 toneladas diarias, pero superior al registrado en el 2012, lo que confirma el registro de fluctuaciones significativas en la emisión difusa de CO2 en el Cumbre Vieja durante los últimos cuatro años.
Estas fluctuaciones se han visto acompañadas por cambios igualmente significativos sobre la emisión de helio-3 registrado en La Palma,
Por otro lado, el registro del 2014, 911 ± 42 toneladas diarias, se encuentra dentro del rango de valores que el Involcan considera normales para el Cumbre Vieja; de 176 a 1.271 toneladas diarias de emisión difusa de CO2.
En el trabajo de campo relacionado esta campaña científica del 2014 han participado estudiantes de las Universidades de Oviedo, Glasglow y Londres (UCL).
El interés y la importancia de estos trabajos sobre emisión difusa de CO2 por el volcán Cumbre Vieja para la vigilancia volcánica, se debe fundamentalmente a que la información generada por estas campañas científicas no se puede obtener a través de redes instrumentales permanentes, así como a la baja solubilidad del CO2 en los fundidos silicatados (magma).
Por lo tanto, cambios significativos en la tasa de emisión difusa de CO2, así como en la distribución espacial de los valores anómalos de flujo difuso, siempre estarán relacionadas con cambios de la actividad volcánica.
Estas emanaciones de CO2 difusas, silenciosas y dispersas no son perceptibles a las personas dado que son muy débiles, en comparación con las que se registran en otros sistemas volcánicos activos, se diluyen rápidamente en el aire, y no son visibles al ojo humano; por lo tanto, no representan un peligro para las personas.
Por el contrario el estudio de estas emanaciones naturales, si son de una gran utilidad para el fortalecimiento del sistema de alerta temprana ante posibles erupciones volcánicas y crisis sismo-volcánicas.
El edificio volcánico Cumbre Vieja se ha construido durante los últimos 200.000 años, y ha registrado el mayor número de erupciones históricas del Archipiélago canario con 7 de un total de 16 erupciones (1430-1440 Tacande; 1585 Tehuya; 1646 San Martín o de Tigalate? 1667/1678 San Antonio; 1712 Charco; 1949 San Juan y 1971 Teneguía) y se localiza en la Isla que registra los más altos niveles de emisión de helio-3 en el Archipiélago.
Por lo tanto, se trata del sistema volcánico insular de Canarias con “el mayor número de papeletas” para acoger a la próxima erupción que tuviera lugar en Canarias.
Esta realidad geológica es compatible con la comparativa de los resultados de las campañas científicas del 2014 sobre emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) en los sistemas volcánicos insulares de Canarias que no presentan manifestaciones visibles de emanaciones de gases volcánicos en su superficie.
Cumbre Vieja registra la mayor tasa de emisión difusa de dióxido de carbono (CO2) por kilómetro cuadrado, con 4,14 toneladas diarias, casi el doble que el que se ha registrado para los sistemas volcánicos insulares de la Dorsal Noroeste de Tenerife con 2,6 toneladas diarias y El Hierro con 2,5 toneladas diarias.