Salud Mental La Palma potencia las habilidades sociales de las personas internas en el Centro Penitenciario

La Asociación Salud Mental La Palma lleva prestando servicios en colaboración con el Centro Penitenciario Santa Cruz de La Palma desde los inicios de la entidad en la Isla con el objetivo de “enseñar a las personas internas a cuidar de su salud mental y a ayudarlos así en su posterior reinserción social”, informa la entidad en nota de prensa.

“Nuestro principal servicio en este medio son los talleres para el desarrollo de habilidades sociales cuyo fin es que el colectivo que se encuentra privado de su libertad se autoevalúe para así determinar en qué estilo social se encuentran desde el modelo propuesto por ‘Tracom”, explica.

“A partir de estas autoevaluaciónes se podrá trabajar de una manera más personalizada para entrenar las habilidades sociales que ya se poseen para la mejora de las mismas, siempre respetando las características que poseen según su estilo social. Así, no solo se consigue una mejora personal y un acercamiento más dócil a su recuperación de libertad, si no también cuidar de su salud mental a través del mantenimiento de relaciones sociales sanas con las personas de su entorno”, subraya.

Este servicio está orientado a “dar apoyo a la rehabilitación psiquiátrica de personas con problemas de salud mental en el medio penitenciario, por lo que desde la Asociación Salud Mental La Palma se volverá a dotar a la penitenciaria de la isla de un psiquiatra y una monitora deportiva que, junto a la pedagoga que ya acude, formarán un equipo multidisciplinar que pretende cubrir las necesidades de las personas reclusas”.

“Los resultados de la puesta en marcha de este programa anteriormente fueron magníficos, la figura de un psiquiatra es totalmente necesaria para la evaluación, diagnóstico y tratamiento de una persona con problemas de salud mental y tener este perfil dentro del centro ayudó al funcionariado a tratar a las personas internas con diagnósticos ante una crisis, llegando incluso a prevenirla”, asegura.

“Asimismo, la figura de monitora deportiva ha permitido introducir el deporte en su día a día, adquiriendo así una rutina, lo que les ha beneficiado no solo a su salud física, sino también a su salud mental al sentir que el tiempo que pasan allí lo están aprovechando y, además, les permite distraerse”, concluye.