Una joya del tesoro vegetal de La Palma empieza a lucir en la cumbre

Flores del tajinaste rosado situado al borde de la carretera al Roque de Los Muchachos, antes de llegar al Monumento al Infinito, que, esta primavera, ha sido de los primeros en florecer en las cumbres de La Palma.

Martín Macho

Villa de Garafía —

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El tajinaste rosado (Echium wildpretii ss Trichosiiphon), una de las joyas del tesoro vegetal de La Palma, una primavera más, empieza a lucir sus pétalos en las cumbres de la Isla. Un ejemplar de esta planta exclusiva de La Palma, situado al borde de la carretera del Roque de Los Muchachos, antes de llegar al Monumento al Infinito, ha sido uno de los primeros en florecer este año. A partir de ahora, las llamativas flores de estos penitentes de las cimas palmeras irán brotando de forma escalonada durante al menos un mes y dibujando en el entorno un vistoso paisaje.

El tajinaste rosado, exclusivo de las cumbres de La Palma, estuvo a punto de extinguirse, explica el director-conservador del Parque Nacional de La Caldera de Taburiente, Ángel Palomares. En los años 80 del siglo pasado, sólo quedaban unos 200 ejemplares refugiados en acantilados.

Desde 1990, añade, se lleva a cabo un programa de recuperación que incluye siembras y repoblaciones, y entre estas, algunas en zonas accesibles a los coches normales y todoterrenos: carreteras ( la del Roque de Los Muchachos) y algún cortafuegos (Reventón y Tabladita).

Es una especie que cuando florece y fructifica se muere. Tarda entre 3 a 5 años en crecer lo suficiente para poder florecer. Es una planta en forma de roseta que puede alcanzar el metro de diámetro antes de florecer. Cuanto más grande es la roseta mayor es el tamaño de la inflorescencia que aparece después, que tiene miles de flores individuales juntas en forma de pino compacto, pudiendo variar los tamaños que alcanzan desde medio metro a tres metros de altura.

En 2016 se contaron 33.000 rosetas y florecieron unas 2.400 plantas. Todavía continúa el programa de recuperación.

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