Transición Ecológica incluye a La Palma en un estudio de los murciélagos de Canarias y la eficacia de las medidas de protección
La Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, a través del Servicio de Biodiversidad, destinará 16.028,46 euros, para el estudio y la gestión en conservación de los murciélagos de Canarias, mediante el uso de material de campo destinado a la detección, grabación e identificación de este tipo de fauna, informa en una nota de prensa. El ámbito geográfico de esta iniciativa se localiza principalmente en diferentes zonas y hábitats de la isla de Tenerife, pero también en La Palma y El Hierro.
El máximo responsable del Departamento autonómico, José Antonio Valbuena, explicó que “el trabajo que se está haciendo para registrar y estudiar la evolución de la biodiversidad en las islas supone una base sobre la que podemos analizar la afección que el cambio climático y otro tipo de fenómenos y actividades pueden tener sobre las especies que habitan Canarias”.
Valbuena señaló que recientemente se han adquirido 11 equipos grabadoras de ultrasonidos, dos detectores de ultrasonidos y dos grabadoras de campo compatibles con los mismos, además de tres licencias para el software de identificación de murciélagos y determinados accesorios y material de campo.
“Actualmente se han instalado ya tres de estos equipos, cuya total disposición se prevé que se complete en las próximas dos semanas. Todo en coordinación y colaboración con personal de los Cabildos, ya que se aprovecharán algunas infraestructuras situadas en zonas forestales para la instalación de estos aparatos”, indicó el consejero que añadió que el objetivo mejorar la información disponible sobre esta especie, su distribución y sus hábitos en Canarias.
El murciélago de bosque canario
El Barbastella barbastellus guanchae, se explica en la nota, más conocido como murciélago de bosque canario, es la subespecie endémica canaria más rara y enigmática de las que habitan el Archipiélago, y sobre la que se pretende recabar más información, a través de estos nuevos equipos de control.
Para ello se programarán las grabadoras adquiridas, para que se activen diariamente desde el atardecer al anochecer. Una vez al mes se extraerán las tarjetas de memoria y se analizarán todos los datos recogidos, a través de un software específico para la identificación de especies, con el objetivo de obtener una valiosa información, entre otras, del uso que los murciélagos hacen de los refugios, sus hábitos, las épocas de mayor uso y la abundancia de las diferentes especies.
Algunas de estas grabadoras se han instalado en tubos volcánicos, donde previamente se habían colocado rejas adecuadas para la protección de los murciélagos, que permiten que los quirópteros puedan pasar a través de ellas, con el fin de comprobar la eficacia de esta medida de conservación y su gestión.
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