“Visibilizarse en La Palma como gay, lesbiana o trans todavía es muy complicado”

La palmera Uge Sangil es presidenta estatal de la FELGTB.

Esther R. Medina

Santa Cruz de La Palma —

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“Ser gay, lesbiana o trans en La Palma y visibilizarse como tal todavía es muy complicado”, ha reconocido a este digital la activista palmera Uge Sangil, presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB). “Las pintadas que se realizaron recientemente en la carretera Tazacorte (donde unos desconocidos escribieron pueblo de maricones) es solo lo que vemos, pero hay una discriminación que no estamos percibiendo en la Isla”, asegura, y reconoce que “hay palmeros y palmeras que nos vamos de La Palma por la LGTBIfobia”.

Tazacorte es sede del Love Festival y municipio que acoge la Marcha del Orgullo. El colectivo Violetas LGTBI, tras el citado acto de intolerancia y discriminación hacia la orientación sexual de las personas o su identidad de género, emitió un comunicado en el que aseguraba que “estas pintadas son la punta del iceberg del infierno que viven muchas personas con sexualidades diversas La Palma. Cuando las pintadas se producen en espacios públicos, la humillación es generalizada, pero cuando se producen en el terreno íntimo, -en los colegios, en los entornos laborales, en la familia-, suponen una humillación personal que cercena la autoestima y conculca los derechos de las personas LGTBi que defendemos”.

Uge Sangil insiste en que “la LGTBIfobia existe en La Palma, y en sitios pequeños como Tazacorte aflora el rechazo a la diversidad sexual porque no es un hecho en el que se esté trabajando”. No obstante, la presidenta de la FELGTB considera que “en los últimos años La Palma ha demostrado que tiene una población respetuosa con la diversidad sexual, pero el rechazo también es notable y se manifiesta con pintadas como las de Tazacorte”. “Es odio, falta del respeto al otro”, subraya Uge, y resalta “la respuesta” ante hechos como el de Tazacorte “del colectivo Violetas y de la comunidad LGTBI de La Palma, y también de fuera de la Isla”.

Evidentemente, subraya Sangil, “las pintadas de Tazacorte son solo una muestra de la situación que viven las personas LGTBI de La Palma; yo misma, hasta hace muy poco, mostrarme o visibilizarme como lesbiana me costaba, imagínate un joven”, afirma. “La discriminación de las personas LGTBI en La Palma no es solo una pintada en la carretera, hay falta de educación en diversidad y respeto de la sociedad”, recalca.

Los delitos de LGTBIfobia se siguen produciendo en todo el mundo diariamente en forma de agresiones verbales y físicas. El colectivo Violetas LGTBI considera que las pintadas en la carretera de Tazacorte constituyen “un delito de odio” y, en consecuencias, ha puesto los hechos en conocimiento de la Guardia Civil.

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