Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.
CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE ROLALD DAHL
Hijo de padres noruegos, Roald Dahl nació en Gales, en 1916. A los 23 años, y tras haber trabajado durante cinco años para la petrolera británica Shell Oil, se alistó para combatir en la Segunda Guerra Mundial, acción que le llevó hasta África y lo transformó en piloto, a pesar de su tremenda altura. Durante el verano de 1941, tras combatir en varias batallas aéreas, tuvo que dejar su profesión debido a las secuelas causadas tras haber sido derribado en el norte de África el año anterior.
Con 26 años, y sin poder volver a pilotar un avión, acaba de diplomático en la embajada del Reino Unido en Washington. Allá, en el prestigioso The Saturday Evening Post, verá su primera historia publicada, un relato acerca de sus días de piloto de combate. Corría el año 1942 y, por aquel entonces, un tal Walter Elias Disney -más conocido como Walt Disney- se interesó por la siguiente historia que tenía en mente Roald Dahl. Ésta, The Gremlins: A Royal Air Force Story, acabó siendo publicada por Walt Disney Productions y se convirtió en el primer cuento que el autor galés escribiera, con ilustraciones de los grandes de la casa Disney Bill Justice y Al Dempster. Fue un éxito rotundo en los Estados Unidos de América y en Australia, por lo que se habló de convertir la historia en una película de animación, pero nunca llegó a suceder. Lo que sí sucedió fue que Eleanor Roosevelt, la Primera Dama de los Estados Unidos de América del momento, declarara que le leía esa historia a sus nietos y el autor fue invitado formalmente a la Casa Blanca.
En 1953 Roald Dahl se casa con la actriz norteamericana Patricia Neal (quien fuera pareja de Gary Cooper) y ve publicada su segunda colección de historias, Someone Like You, por la que recibirá al año siguiente el prestigiosísimo premio Edgar Allan Poe. Sus historias aparecerán para el gran público de la mano del genial Alfred Hitchcock, en la serie televisiva Alfred Hitchcock Presenta (1955-1965)
A partir de los años 60, Roald Dahl escribe las historias James y el Melocotón Gigante, Charlie y la Fábrica de Chocolate, El Dedo Mágico, y cómo no nombrarlo, se estrena la famosísima película del agente secreto James Bond Sólo se vive dos veces. Sí, señores, Roald Dahl escribió el guión… Y para los que adoramos a ese fantástico coche volador con personalidad propia, sí, Roald Dahl también escribió el guión de Chitty Chitty Bang Bang (1968), la genial película protagonizada por Dick Van Dyke, basada en una historia del creador de James Bond, Ian Fleming.
Las historias escritas por Dahl pronto empiezan a trasladarse al formato cinematográfico. Es más, en 1971, tan solo siete años después de la publicación de Charlie y la Fábrica de Chocolate, se pudo ver en las salas de cine de medio mundo al inimitable Gene Wilder, o mejor dicho a Willy Wonka. ¡Y se pudo comprobar la existencia de los Oompa Loompas! (perdón, se me fue la mano…)
Bueno, a lo que íbamos… El sinigual tío Oswald Hendryks Cornelius -fanfarrón, seductor, amante del sexo y de la buena vida, y con unas ideas de negocio descacharrantes- verá la luz en la colección de historias cortas para adultos Switch Bitch y demuestra que Dahl no es solo apto para menores de edad. Este personaje recibirá una historia propia en 1979, Mi Tío Oswald, la última historia cómica para adultos que escribiera el autor.
Hay que hacer un salto para comentar la relación autor-ilustrador que existe entre Roald Dahl y Quentin Blake, pues, aunque ésta empezara en 1978, no se entienden las historias del primero sin las ilustraciones del segundo. Es más, una vez se publicó El Cocodrilo Enorme -primera colaboración entre Dahl y Blake- Blake se dispuso a ilustrar todas las historias infantiles anteriores de Dahl. Y, sobra decir, las historias posteriores que escribiera éste.
En los años 80, Dahl y Blake publicaron las magníficas historias infantiles-juveniles The Twits, George’s Marvellous Medicine, The BFG, Boy (primera de sus historias autobiográficas), The Witches, Dirty Beasts (poemas cómicos), The Giraffe, the Pelly and Me, y Matilda. Ésta historia será el último libro infantil-juvenil de Roald Dahl, que recibió el premio Children’s Book Award de 1988.
Roald Dahl murió en 1990, a los 74 años de edad, pero su legado no deja de crecer.
Tras su fallecimiento, al año siguiente se publicaron las últimas historias que escribiera, entre ellas la maravillosa The Vicar of Nibbleswicke, en la que el protagonista sufre “dislexia de adelante para atrás” -según dice el doctor del pueblo-por lo que lo que dice sale al revés. Esta historia fue hecha para colaborar con The Dyslexia Institute (organización nacional británica especializada en ayudar a los que sufren de dislexia, discalculia y otras dificultades de aprendizaje) y promover la empatía de los jóvenes para con los que padecen dificultades de aprendizaje. Hoy en día esta historia se suele usar en las escuelas británicas con este fin.
En 1996, Danny DeVito hizo su particular homenaje a la figura de Roald Dahl con su película Matilda, y también se estrenó la película de animación James y el Melocotón Gigante. Johnny Depp apareció en la fábrica de chocolate en el año 2005 y, al año siguiente, se celebra en el Reino Unido y en los Estados Unidos de América el día de Roald Dahl, el 13 de septiembre. Hoy en día, el mes de septiembre se considera en estos países el mes de Roald Dahl, y se organizan lecturas, fiestas y hasta un día entero para disfrazarse de los personajes del autor (Dahlicious Dress Up Day).
En 2010, la prestigiosa compañía de teatro británica Royal Shakespeare Company, abrió la temporada en Stratford-upon-Avon con la adaptación del musical Matilda. Tras sesiones de lleno absoluto, en menos de un año la compañía decidió mudar el escenario hasta el West End, donde no solo recibió el aplauso y el cariño del público, sino también siete premios Olivier del teatro británico; es decir, los premios que galardonan a las mejores obras de teatro, musicales, ópera y danza de los teatros londinenses. Por si esto fuera poco, en abril de 2013 el musical se estrenó en Broadway, en el teatro Shubert. Unos meses después, en junio de 2013, el director Sam Mendes (American Beauty, Skyfall entre otros títulos) estrenó en West End el musical de Charlie y la fábrica de chocolate.
El año 2016 es el centenario del nacimiento de este magnífico escritor y los homenajes, eventos y festividades varias no paran, y son y serán muchos los que escriben o escribirán loas para con la obra de este autor. Por mi parte, yo tan solo quiero decir gracias.
Gracias, Roald Dahl, por dejarnos con la boca abierta en una fábrica de chocolate donde hasta las plantas se comen. Gracias por enseñarnos las consecuencias de ser glotón, maleducado, y desagradecido. Gracias por darnos la idea de confeccionar pócimas para cambiar a gente molesta y desagradable. Gracias por demostrarnos que las apariencias engañan y que tras una belleza se puede esconder una criatura de pesadilla. Gracias por mostrarnos que lo mismo ocurre al revés, y que lo que realmente importa es lo que se hace y no lo que se dice. Gracias por enseñarnos y dejarnos un mundo en el que todo es posible, si se cree. Gracias, mil, Roald Dahl.
© Elena Santana Guevara, 2016
Gremlins © 2016 Walt Disney
Willy Wonka and the Chocolate Factory © 1971 Wolper Pictures Ltd.
Roald Dahl is a registered trademark of Roald Dahl Nominee Limited. © 2016
Sobre este blog
Así como hay traga-fuegos se podría decir que yo soy una devora-libros. Pequeños, grandes, para adultos, para niños, para reír, para llorar... Me da lo mismo, los engullo sin miramientos. Para mí, no hay nada mejor que un libro, una caja de galletas y horas libres, para rellenar con lectura.