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''No estamos en Afganistán para quedarnos''

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ha asegurado en la base española en Qala i Naw que el compromiso de España con la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF) es “firme”, aunque ha recalcado que el objetivo de España no es “quedarse” en el país asiático.

Zapatero, que ha llegado a Afganistán acompañado por las ministras de Asuntos Exteriores y Defensa, Trinidad Jiménez y Carme Chacón, respectivamente, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez, ha reconocido que la tarea que desempeñan los militares españoles es “ardua” y “va a exigir tiempo”, pero ha insistido en que tanto el pueblo afgano como la comunidad internacional “merecen este empeño”.

“No estamos en Afganistán para quedarnos, pero nuestro compromiso debe ser firme hasta que los afganos puedan garantizar su propia seguridad. Ellos habrán ganado un futuro mejor y todos habremos ganado un mundo más seguro”, ha afirmado.

Así se ha expresado el jefe del Ejecutivo en la base española Ruy González Clavijo, tras pasar revista a las tropas, en su primera visita a la base de Qala i Naw. Zapatero ya visitó Afganistán en diciembre de 2005, pero entonces el mal tiempo impidió aterrizar en esta base y el presidente sólo pudo visitar a las tropas desplegadas en Herat.

Misión “difícil de explicar”

Antes de dirigirse a los militares, Zapatero se ha reunido con el gobernador de la provincia de Badghis, Dirbar Jan Arman, a quien ha asegurado que España continuará en Afganistán “el tiempo que sea necesario”, aunque ha admitido que por su “distancia geográfica y cultura” es “difícil explicar la operación”.

Por su parte, Jan Arman ha agradecido el trabajo de los militares españoles y ha asegurado que es “importante que los españoles sepan” que los ciudadanos afganos valoran este esfuerzo.

Durante su discurso ante los militares españoles, Zapatero ha insistido en que el momento actual es el de “mayor compromiso” con Afganistán, ya que España tiene desplegados más de 1.500 efectivos, y ha reconocido que se trata de “un escenario duro, difícil y muy arriesgado”. De hecho, ha afirmado que es “el más arriesgado” de todos en los que han estado las Fuerzas Armadas españolas en sus 22 años de misiones internacionales.

Sin embargo, también ha defendido la importancia de este “sacrificio” para que este país, en el que el régimen talibán ha cometido “todo tipo de atrocidades”, no vuelva a ser “santuario del terror y del horror”, que también se “exportó al resto del mundo” e hizo sufrir a muchos países, entre ellos España. “Estamos aquí para hacer todo lo posible para que esto no vuelva a suceder”, ha afirmado.

Además, el presidente ha elogiado el papel de los 18.000 hombres y mujeres que han pasado ya por esta misión y ha reconocido la labor desempeñada en estos años se ha traducido en “cambios notables”. En concreto, ha explicado que cuando los soldados llegaron a la región de Bagdhis era “la más pobre de Afganistán” y hoy “la mayoría” de sus 700.000 habitantes tienen acceso a servicios médicos y más de 14.000 niños y jóvenes tienen acceso a la educación.

De hecho, Zapatero ha defendido que la reconstrucción es también una prioridad, ya que sin ella “no puede plantearse la seguridad” que conducirá a que Afganistán tome las riendas de su propio país. En esto también influye la formación del Ejército y la Policía afganas, que están siendo formadas por las tropas de la ISAF para que sean “capaces de hacer cumplir las leyes”. En concreto, ha dicho que este año nuestras Fuerzas Armadas formarán a 2.000 militares españoles y 250 policías.

También ha tenido un recuerdo para los 95 españoles que han perdido la vida en esta misión desde el año 2002, a los que ha homenajeado colocando una corona de flores ante el monolito que les honra en la base, mientras sonaba la marcha militar 'La muerte no es el final'.

Las ministras se han unido al presidente para la toma de una fotografía de grupo con el contingente español. Después, todos se han desplazado al comedor de la base, donde ha tenido lugar un brindis en el que Zapatero ha trasladado a los militares un “abrazo” del Rey don Juan Carlos y un mensaje de “agradecimiento” por la labor que desempeñan. El presidente, con una corbata azul marino con la bandera de España, ha tenido ocasión en ese momento de charlar con algunos militares e incluso de hacerse fotos con tres marines estadounidenses que así se lo habían solicitado.

Aunque en su discurso no se ha referido a la Cumbre que la OTAN celebrará la próxima semana en Lisboa y en la que se abordará el futuro de la misión, en una conversación informal posterior con los periodistas Zapatero ha explicado que entonces se abordará el inicio de la transferencia de seguridad a las autoridades afganas, aunque ha señalado que no considera factible poner una fecha para el repliegue total.

En concreto, ha indicado que esta transferencia podría comenzar en 2011 y ha puntualizado que, en lo que a los españoles se refiere, es probable que comience en la provincia de Herat, ya que es menos problemática que la de Badghis, en la que se encuentra el grueso del contingente español.

En esta conversación, el jefe del Ejecutivo también ha indicado que la mayor amenaza para nuestras tropas son los artefactos explosivos improvisados (IED) como el que alcanzó el pasado domingo a un vehículo blindado español y ha apuntado que el atentado del pasado 25 de agosto, en el que un policía afgano en formación mató a dos guardias civiles y un intérprete, fue algo “extraño”.

Precisamente, Zapatero ha tenido ocasión de subirse a un vehículo blindado como el que el pasado domingo fue afectado por una mina, uno de los nuevos RG-31 que han sustituido a los BMR en Afganistán, en su desplazamiento por la base.

Después del brindis por el Rey en el comedor de la base, la delegación española ha regresado a Kabul, donde esta mañana llegó a las 3.00 horas (hora española, 6.30 horas en Afganistán), a bordo de un avión Hércules C-130. Tanto a la ida como a la vuelta, Zapatero ha viajado en la cabina junto a los pilotos.

Durante su charla con los periodistas, ha explicado que el piloto es el que “más horas de vuelo” tiene con estos aparatos y ha asegurado que el aterrizaje visto desde la cabina es espectacular, debido a las maniobras que la orografía del terreno obliga a efectuar.

En Kabul, Zapatero tenía previsto mantener sendas entrevistas con el presidente afgano, Hamid Karzai, y el comandante en jefe de la ISAF, general David Petraeus. A su término, el Airbus 310 pondrá rumbo de vuelta a España.

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