El polémico pasado de los dos ex de Coalición Canaria que han dado la Alcaldía de Firgas al PSOE
El municipio grancanario de Firgas tendrá un gobierno cuatripartito. Alexis Henríquez, del PSOE, asumirá la Alcaldía gracias al acuerdo alcanzado con Coalición Canaria (CC), Unidos por Gran Canaria y el Partido Popular (PP). Los socialistas rompen así con sus socios en el anterior mandato, Compromiso por Firgas- Nueva Canarias (Comfir-NC), pese a que esta formación volvió a erigirse en primera fuerza en las elecciones del 28 de mayo, incrementando sus apoyos y quedándose a un concejal de la mayoría absoluta.
El candidato de Comfir-NC, Jaime Hernández, tenía todas las papeletas para repetir en la Alcaldía. En 2019 asumió el bastón de mando con los cinco concejales de su partido y los dos del PSOE. Un pacto que era posible reeditar ahora tras haber logrado en estos últimos comicios un acta más. Sin embargo, los dos ediles socialistas han optado por el cambio y han decidido unirse a las otras tres fuerzas con representación en el Consistorio, dejando en la oposición a su antiguo y mayoritario socio de gobierno.
El socialista Henríquez será alcalde gracias al apoyo de CC y Unidos por Gran Canaria, que también obtuvieron dos concejales cada uno en estos últimos comicios, y al PP, que sumó uno. Entre esos representantes se encuentran dos viejos conocidos de la política firguense que recuperan responsabilidades de gobierno tras protagonizar en el pasado polémicos episodios. Ambos lo hacen, además, tras haber cambiado de partido.
Uno de ellos es Manuel Báez, histórico alcalde del municipio con CC. En estas últimas elecciones, sin embargo, se ha presentado como cabeza de lista de Unidos por Gran Canaria. Se trata de su regreso a la primera línea política (será primer teniente de alcalde) tras haber sido condenado en mayo de 2018 a seis meses de cárcel por suplantar a su hijo en las oposiciones de más alto nivel de la comunidad autónoma.
Báez dimitió como alcalde en diciembre de 2017. Lo hizo dos días después de que Canarias Ahora destapara el caso. Esto es, que se había presentado en la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria el 16 de diciembre de 2017 y se había hecho pasar por su hijo para completar la primera prueba de esas oposiciones. El regidor firguense había portado el documento nacional de identidad de su hijo y lo habían dejado pasar pese a las evidentes diferencias físicas entre ambos por razón de edad. Báez reconoció esa suplantación de identidad y alcanzó un acuerdo con la Fiscalía para reducir la pena de los nueve a los seis meses de prisión y una multa de 1.080 euros.
Cuando trascendieron esos hechos, Henríquez, próximo alcalde de Firgas, exigió “la dimisión urgente y entrega del acta de concejal” de Báez. “Esto es un hecho muy grave. No sabemos qué ha llevado a don Manuel a cometerlo, pero no tiene ninguna explicación saltarse la ley. Para nosotros, diga lo que diga, no está justificado, no puede suplantar a nadie, para eso está la ley, para castigarlo. Y a nosotros nos corresponde, desde esta administración, pedir su dimisión urgente”, dijo entonces el socialista.
Otro de los concejales que sustentarán el nuevo gobierno de Firgas es Domingo Javier Perdomo, ahora en las filas del PP. Es la tercera fuerza con la que se presenta en las tres últimas elecciones. En 2015 concurrió con CC en la plancha que encabezaba, precisamente, Manuel Báez. Era la única Alcaldía de los nacionalistas en Gran Canaria durante ese mandato. Sin embargo, Perdomo no obtuvo el acta hasta octubre de 2016, tras la renuncia de una concejala. Un mes después, era nombrado secretario de dirección del gabinete del jefe del Ejecutivo regional. Es decir, de Fernando Clavijo (CC). Con un sueldo de 23.000 euros anuales, se mantuvo en el cargo once meses. En septiembre de 2017, rompió con los nacionalistas por desavenencias internas y, de inmediato, perdió el puesto que el presidente del Gobierno le había dado.
Tres meses después, se produjo una crisis de gobierno en Firgas por la dimisión de Manuel Báez después de que trascendiera que había suplantado a su hijo en las oposiciones. Y Perdomo, que ya entonces se encontraba en el grupo de los no adscritos, respaldó a la sustituta de Báez al frente de la Alcaldía, Rosario Marrero, frustrando de esta manera una moción de censura en el municipio. La recompensa le llegaría en mayo de 2018, cuando Clavijo le volvió a dar otro cargo público. En esta ocasión, como asistente de la residencia oficial del presidente en Las Palmas de Gran Canaria, con una retribución algo inferior a la primera, de 18.000 euros al año.
Finalmente, fue destituido por la alcaldesa cuando se descubrió que había enviado a operarios municipales a podar palmeras en una finca privada. También perdió el cargo público en Presidencia con el que le había premiado Fernando Clavijo.
Domingo Javier Perdomo reapareció en enero de 2019. En una nota de prensa, Ciudadanos anunciaba que era su nuevo coordinador en el municipio. Apenas duró un día con ese cargo. Después de que Canarias Ahora contara esa designación y su pasado, la dirección del partido lo expulsaba “tras revisar su trayectoria política” y reconociendo que habían fallado los filtros, un error que atribuían a la rápida expansión del partido en los municipios. Finalmente, se presentó a los comicios de 2019 con la Agrupación Firgas Democrática y obtuvo acta, permaneciendo en la oposición el pasado mandato. A las elecciones del pasado 28 de mayo concurrió con el PP.
Además, se da la circunstancia de que el cabeza de lista de Coalición Canaria (CC), Marcos Marrero, era el número dos en las pasadas elecciones de Agrupación Firgas Democrática, la plataforma con la que concurrió Domingo Javier Perdomo en esos comicios tras ser expulsado de Ciudadanos, partido en el que también militó Marrero.
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