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El gran embrión de los megatelescopios

El Gran Telescopio Canarias, el mayor dispositivo óptico-infrarrojo del planeta, al no existir otro igual con reflector principal segmentado, es tomado a nivel internacional como punto de referencia por los encargados de diseñar, desarrollar y construir los futuros megainstrumentos estelares. Desde hace meses, en tal sentido, está siendo usado como banco de pruebas tecnológicas o patrón del próximo coloso de la astronomía que levantará la ESO en el desierto de Atacama (Chile).

El Roque de Los Muchachos, enclavado en la cúspide de La Palma, era la montaña mágica de los primeros pobladores de La Palma, los benahoaritas. Con el paso de los años, esta formidable atalaya celeste, situada en las cumbres del municipio de Garafía, se ha afianzado como una cima fantástica para otear los destellos del inicio del tiempo y el espacio. El enjambre de lentes siderales del observatorio del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) allí instalado acoge el Gran Telescopio Canarias (Grantecan o GTC). Esta monumental infraestructura científica, en funcionamiento desde hace tres años, si bien fue concebida para la exploración del cosmos más remoto, se ha convertido asimismo en el megaembrión de los telescopios gigantes de última generación que, en las próximas décadas, verán con una nitidez hasta ahora desconocida el origen de la creación del universo.

Superar la ciencia ficción está cada vez más al alcance de la mano de la humanidad y La Palma, en este campo, tendrá un protagonismo estelar en la configuración de las nuevas máquinas que permitirán descifrar los inabarcables enigmas que encierra la bóveda celeste. El titánico catalejo emplazado en el vértice geodésico la Isla de las Estrellas está siendo usado como banco de pruebas y punto de inspiración del proyecto más avanzado que, con una inversión estratosférica, en este ámbito, está actualmente perfilando

la Organización Europea para la Investigación Astronómica en el Hemisferio Austral (ESO).

En concreto, el nuevo titán en la exploración del firmamento que competirá en la disputada carrera que se libra en el campo de la astrofísica, el Telescopio Europeo Extremadamente Grande (E-ELT en sus siglas en inglés), aprovechará una parte sustanciosa del conocimiento adquirido en la fabricación GTC. Los responsables de la ESO, al efecto, están tomando buena nota de elementos técnicos “pensados, diseñados y fabricados en exclusiva para el Gran Telescopio Canarias”, explicó una fuente el IAC.

El portentoso desafío planteado por la ESO multiplicará casi por ocho la capacidad de observación de los confines del cosmos del formidable globo ocular acondicionado en La Palma. Si llega a buen puerto, verá lo nunca visto del espacio infinito. Para conseguir la prodigiosa facultad de captación de luz descrita, según ha divulgada el citado consorcio científico europeo, uno de los mas poderosos del planeta, la espectacular cúpula del E-ELT contará con un espejo primario segmentado de 39 metros de diámetro. Se instalará en Chile, en Cerro Armazones, a 20 kilómetros del observatorio Paranal. La Palma también figuró entre las candidatas a albergar el descomunal reflector presupuestado en más de 1.000 millones euros pero, a final, se decidió levantar en el citado complejo del país andino, emplazado en el desierto de Atacama.

El Gran Telescopio Canarias, actualmente, es el mayor dispositivo óptico infrarrojo del mundo, omenzó a operar oficialmente el 24 de junio de 2009. “Es, en sí mismo, un prototipo, un fórmula uno, dado que todos sus elementos técnicos son únicos”, apunta Pedro Alvárez, director de la empresa pública Grantecan SA. Esta entidad, participada por la Administración del Estado (Ministerio de Ciencia e Innovación) y el Gobierno de Canarias, se encarga de la gestión científica y administrativa de la infraestructura liderada por el IAC.

Álvarez insistió en que el GTC es único. “No hay ni piezas de repuesto fabricadas en serie ni soluciones técnicas anteriores que sirvan; únicamente podemos comprar en el mercado elementos sueltos, es decir, los tornillos no son especiales, pero el conjunto que conforman esos componentes, sí”, resumió. “Tenemos en el almacén, lógicamente”, añadió, “recambios de las piezas específicas. Ahora bien, si se agotan, habría que fabricarlas”.

“Se trata de todo un reto para las empresas españolas de ingeniería ya que, gracias a la experiencia obtenida con el GTC, se encuentran en una posición privilegiada para acometer los trabajos de diseño de la nueva generación de megatelescopios que representa el E-ELT de Chile”. subrayó.

Con los conocimientos adquiridos en la construcción del GTC, reiteró Pedro Álvarez, “un elevado número de las 47 empresas españolas que intervinieron en su realización han conseguido importantes contratos en el mercado de las altas tecnologías”. La sociedad Idom (Ingeniería y Consultoría SA), con sede en Bilbao, detalló, ha participado en el diseño de la cúpula del E-ELT. Por su parte, Iberespacio, del grupo industrial Empresarios Agrupados, ha contribuido en la confección de los bocetos de la estructura de la descomunal plataforma científica comandada por la ESO.

Igualmente, Cesa (Construcciones Españolas de Sistemas Aeronáuticos) ha colaborado en la elaboración de los planos de la celda del reflector principal y, asimismo, la firma Nuevas Tecnologías Espaciales del grupo Sener, con domicilio central en Barcelona, que hizo para el GTC el sistema de movimiento del espejo secundario, ha intervenido activamente en contratos con la ESO para la fase de diseño del E-ELT.

Fuentes del IAC precisaron que la ESO ha contratado el 40% de las actividades de diseño del E-ELT a empresas españolas que cooperaron en la construcción del GTC al haber quedado constadas su “excelencia y capacitación” para hacer frente al nuevo desafío tecnológico“.

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